Incendio

Brotes verdes en Sierra Bermeja

  • La naturaleza comienza a realizar su trabajo y brotan pequeños pinos, flores y helechos

Helechos creciendo en una de las zonas afectadas por el incendio.

Helechos creciendo en una de las zonas afectadas por el incendio. / Javier Flores

La naturaleza comienza a hacer su trabajo sobre el terreno todavía mayoritariamente negro en gran parte de Sierra Bermeja. La mancha del gran incendio del pasado verano seguirá siendo alargada durante mucho tiempo, aunque el verde se comienza a abrir camino entre tanto negro.

Los bosques calcinados de pinos comienzan a tener una alfombra verde en su suelo. Allí crecen con frondosidad los helechos y las copas de muchos pinos también comienzan a brotar. A ellos se suman pequeñas flores que también comienza a nacer y que en estas fechas lucen su colorido poniendo un poco de luz entre tanta oscuridad.

Unos brotes que también se están traduciendo en el nacimiento de gran cantidad de pequeños pinos y algunos chaparros que están llamados a realizar un propia repoblación en un lugar que está perdiendo su masa vegetal. De hecho, las fuertes precipitaciones que han caído en las últimas semanas han hecho que algunas zonas de mucha pendiente y que quedaron totalmente calcinadas han perdido su tierra. “Hay zonas que se han quedado totalmente lavadas”, explicó el alcalde de Genalguacil Miguel Herrera.

Algunas zonas en ladera han perdido parte de su cubierta vegetal. Algunas zonas en ladera han perdido parte de su cubierta vegetal.

Algunas zonas en ladera han perdido parte de su cubierta vegetal. / Javier Flores

Además, también han vuelto a crecer algunas setas, especialmente colmenillas, y los aficionados a recoger hongos han vuelto a formar parte de un paisaje que hace importantes esfuerzos por renacer.

También comienzan a volver los visitantes que a pesar de la devastación quieren disfrutar de un paisaje natural que sigue atesorando una enorme belleza y que comienza a tapar el rostro de la destrucción. Aunque para ello serán necesarios muchos años y un trabajo constante por parte de las diferentes administraciones, como apuntaba el alcalde Jubrique, Alberto Benítez. “Nos quedan todavía muchos años de trabajo”, señaló.

Mientras tanto la sierra empieza a recuperar parte de la vida que había perdido, con senderistas que pasean entre los quemados que rebrotan buscando rincones que reviven o algunas de las cataratas que se han formado como consecuencia de las intensas lluvias caídas en la zona y que han sido de las más importantes de la provincia.

Pequeños pinos brotan en las zonas quemadas Pequeños pinos brotan en las zonas quemadas

Pequeños pinos brotan en las zonas quemadas / Javier Flores (Genalguacil)

También la carretera que une Genalguacil con Estepona por Peñas Blancas vuelve a estar frecuentada por ciclistas que no dudan en detenerse en alguno de los cristalinos arroyos para refrescarse e, incluso, rellenar sus bidones para poder hidratarse durante el resto del recorrido.

Todo ello a pesar de que en estos momentos el recorrido está lleno de obstáculos debido a las numerosas desprendimientos que existen en esta vía de comunicación en la que hay zonas de la calzada invadidas por tierra y piedras.

Ciclistas en la carretera entre Genalguacil y Estepona por Peñas Blancas Ciclistas en la carretera entre Genalguacil y Estepona por Peñas Blancas

Ciclistas en la carretera entre Genalguacil y Estepona por Peñas Blancas / Javier Flores (Genalguacil)

Una recuperación de la normalidad que tan solo es el inicio de lo que deberá de ser en el futuro, aunque para eso todavía tendrán que pasar muchos años.

“Esos pequeños brotes tendremos que esperar mucho tiempo para que se conviertan en árboles adultos y se tendrá que realizar un trabajo para conseguir que se desarrollen”, explicó el alcalde de Genalguacil.

Y mientras la naturaleza vuelve a brotar en la sierra no para el resonar de las motosierras que siguen talando los miles de árboles que no son recuperables y que están siendo enviados a los aserraderos para su transformación.

Eso sí, en algunas de las áreas por las que pasó el fuego pero que no quemaron completamente a los pinos sus copas están comenzando a rebrotar. Son una especie de guerreros solitarios que se han convertido en los únicos sobrevivientes en terrenos que ahora están totalmente descubiertos y lejos de troncos que son la única prueba de que allí en un tiempo pasado hubo un enorme bosque de pinos.

Además, en la zona también están trabajando empresas de biomasa que están transformado los restos de otras maderas que no son válidas para las fábricas de madera y que de este modo tendrán una segunda vida.“Estamos viendo el ciclo de la vida”, dice Miguel Herrera con no cierta resignación mientras observa una zona en la que se acumulan troncos de pinos para cortados, montones de biomasa, pinos quedamos, flores, musgos e hierbas que brotan desde el suelo.

Y es que en la actualidad los trabajos por parte de la Junta de Andalucía están principalmente centrados en la eliminación de la población de pinos que están muertos, para lo que hay diversas empresas madereras trabajado en la zona afectada por el incendio.

“Están trabajando en diversos puntos, pero hay mucha madera que sacar y será un trabajo de años”, explica el alcalde de Jubrique, Alberto Benítez.

Mientras tanto, su compañero en Genalguacil mantiene su carácter reivindicativo y sigue reclamando una mayor celeridad para atender a los propietarios de fincas que se vieron afectadas y que han tenido daños. “Tenemos que darles una respuesta desde las administraciones, ellos no han sido responsables del incendio y no participaron en la gestión del fuego”, señala Herrera.

En este sentido, explica que han surgido algunas iniciativas de solidaridad a título privado como la puesta en marcha por algunos de los artistas que colaboran con el proyecto de pueblo museo que se desarrolla desde hace años en la localidad y que permitirá recuperar la cabreriza y el ganado que perdió uno de los vecinos de la localidad a causa de las llamas.

No obstante, cree que desde el Gobierno andaluz debe realizarse una mayor implicación en este aspecto. “Estamos teniendo que arreglar nosotros algunos caminos con nuestros fondos porque los vecinos no podían entrar”, y es que el alcalde sostiene que en la reparación de caminos dañados que conducen a propiedades de los vecinos es uno de los aspectos en los que se están produciendo más problemas para poder solventarlo.

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