Ronda

Detenidas dos cuidadoras por robar joyas en la vivienda de una mujer de 91 años

La Policía Nacional sobre el Puente Nuevo de Ronda.

La Policía Nacional sobre el Puente Nuevo de Ronda. / Policía Nacional

La Policía Nacional ha detenido en Ronda a dos cuidadoras de una mujer de 91 años por presuntamente hurtar de la casa de la anciana distintas joyas que vendieron en establecimientos de compraventa de oro de la localidad.

La investigación, llevada a cabo por agentes adscritos a la Policía Judicial de la Comisaría de Ronda, se centró precisamente en indagar sobre el origen de un conjunto de alhajas puestas a la venta, en distintos días, por dos mujeres en establecimientos de compraventa de oro del municipio malagueño, ha indicado la Policía Nacional en un comunicado.

Así, en apenas unas semanas, las sospechosas, que resultaron ser tía y sobrina, ambas de origen centroamericano, habían efectuado, por separado, un total de cinco ventas de joyas -anillos, pendientes, pulseras, cadenas-, obteniendo un beneficio cercano a los 800 euros.

Las pesquisas practicadas llevaron a indagar sobre la procedencia de dichas joyas, que resultarían pertenecer a una mujer de 91 años, vecina de Ronda y en situación de vulnerabilidad.

Los investigadores confirmaron que las sospechosas eran cuidadoras de la nonagenaria y que, aprovechando la confianza depositada en ellas por la familia, sustrajeron las joyas del domicilio para luego ponerlas a la venta.

Los agentes, continuando con las indagaciones, contactaron con las hijas de la perjudicada, reconociendo las joyas en cuestión como las de su madre en una diligencia de reconocimiento fotográfico. Finalmente, los agentes detuvieron a las sospechosas, de 22 y 29 años, por su presunta responsabilidad en los hechos.

Otra cuidadora, arrestada por hurtos de joyas y dinero

Según ha precisado la Policía, el caso anterior no es el único en fechas recientes en la ciudad de Ronda. La Policía Nacional ha detenido, además, a otra cuidadora, de 26 años y origen sudamericano, por hurtar joyas y 2.000 euros -de una hucha-, en la vivienda de una persona de avanzada edad.

La empleada habría aprovechado la confianza depositada en ella por parte de los familiares de la víctima para sustraer las joyas y venderlas también en establecimientos de compraventa de oro.

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