Energía

La comarca de Ronda se planta ante la llegada de las fotovoltaicas

Los colectivos que rechazan los proyectos aseguran que se ubicarán cerca de la ciudad romana de Acinipo.

Los colectivos que rechazan los proyectos aseguran que se ubicarán cerca de la ciudad romana de Acinipo. / M.H. (Ronda)

El anuncio de la empresa Cepsa de que presentará a final de enero en Málaga su proyecto de parque fotovoltaico en Ronda ha vuelto a poner de máxima actualidad estas controvertidas plantas que generan un importante rechazo y preocupación en la zona, en especial, entre aquellos vecinos que se encuentran más próximos a los lugares en los que se han proyectado.

En el ámbito político el rechazo a la instalación de estos grandes parques y sus consecuentes líneas de evacuación es prácticamente unánime en la Serranía de Ronda, al considerar que ocasionarían un importante impacto sobre el paisaje natural, precisamente, uno de los pocos recursos con los que cuenta esta zona de interior para el desarrollo de su economía.

La alcaldesa de Ronda, María de la Paz Fernández, ha sido la última en recordar el acuerdo de toda la Corporación de Ronda se opone a la llegada de este tipo de proyectos a la zona y anunciando que desde el Consistorio utilizarán todas las armas legales que tienen a su disposición para tratar de evitar la implantación de los mismos.

Además, recordó las restricciones que impone el actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para la implantación de este tipo de infraestructuras dentro del término municipal, algo que los responsables municipales no están dispuestos a modificar para facilitar su implantación. “Casi ninguna cumple los requisitos y aquellas que lo hacen no los cumplen las líneas de evacuación”, recordó Fernández.

Mientras tanto, el consejero de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, también se refirió a este asunto y aseguró que la conservación del patrimonio natural en una zona como la Serranía de Ronda con un Parque Nacional y dos parques naturales es la principal prioridad. Además, aseguró que estas propuestas serán sometidas a un análisis “exhaustivo” en el momento que soliciten la necesaria declaración ambiental.

Por su parte, desde diferentes colectivos que agrupan a afectados por los posibles parques y vecinos que se oponen a los mismos también han anunciado que seguirán luchando desde el ámbito legal contra estas grandes plantas de producción de energía que consideran que únicamente utilizan los recursos de la zona sin generar ningún tipo de beneficio, más allá de los ingresos que puedan obtener inicialmente los propietarios de las grandes extensiones de terreno que ocuparían.

En este sentido, desde Ronda 2030 han calculado que serían unas 1.100 hectáreas de terreno las que se llenarían con placas fotovoltaicas en la comarca natural rondeña, ya que algunos de estos proyectos se ubicarán en parte en la provincia de Cádiz en municipios como Setenil y Alcalá del Valle. Ambas localidades limítrofes con la provincia de Málaga y muy próximas a Ronda.

Además, aseguran que conllevarían también la instalación de más de 300 torres de alta tensión de entre 60 y 80 metros de altura a lo largo de 163 kilómetros de trazado.

Desde este colectivo han dado a conocer a modo de ejemplo que algunas empresas agrícolas y turísticas se verían afectadas en el caso de que se desarrollen dichas plantas fotovoltaicas y sus líneas de evacuación.

De momento una de las líneas de evacuación de mayor tamaño ya recibió una declaración de impacto ambiental negativa, aunque esa pequeña victoria no generó tranquilidad, porque temen que sus promotores puedan ahora modificar el trazado y solicitar una nueva declaración.

Desde la asociación aseguran que dichos proyectos afectarían a zonas agrícolas en producción con la pérdida de viñedos o miles de olivos, al tiempo que sostienen que también tendrían un gran impacto negativo sobre el medio rural en el que se ubican proyectos turísticos de primer nivel y desde los que podrían verse estos parques o las grandes torres de sus líneas.

Eso sí, no todos rechazan estos proyectos, ya que algunos de los propietarios que han firmado con estas compañías el alquiler de parte de sus fincas -piden permanecer en el anonimato- aseguran que los ingresos que recibirían serían un complemento que ayudaría a mantener unas explotaciones que en estos momentos presentan números complicados de cuadrar debido a la escasa rentabilidad de los cultivos, en especial, de las zonas dedicadas al cereal.

Mientras tanto, desde la asociación que agrupa a buena parte de las empresas de parques fotovoltaicos defendieron en su momento los estrictos controles medioambientales que tienen que superar antes de hacerse.

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