Una Ronda nada Romántica

La alcaldesa anuncia un "periodo de reflexión" para analizar la continuidad de esta fiesta ante la falta de implicación ciudadana

Alegan que no se logra recuperar que el público se vista acorde a la época y anuncian una consulta pública

El pasacalles abre Ronda Romántica

Pasacalles de apertura del evento.
Pasacalles de apertura del evento. / Javier Flores

La alcaldesa de Ronda, María de la Paz Fernández, anunció que desde el Gobierno local se había tomado la decisión de abrir un "periodo de reflexión" para analizar la situación que vive la celebración de Ronda Romántica que lleva varios años en una clara tendencia de descenso y que no logra recuperar el esplendor de sus inicios. Si hace unos años parecía que la ciudad era ya poco proclive a esta fiesta, ahora parece que ya es nada romántica.

Fernández agradeció al trabajo realizado por las delegaciones de Fiesta y Participación ciudadana junto al coordinador del evento, Faustino Peralta, y resaltó el esfuerzo realizado para contar con una amplia programación, participación de los pueblos de la Serranía y la llegada de stand en los que considera que hubo un "buen ambiente". Además, destacó el apoyo económico del Consistorio a la hora de apoyar la organización de la misma para que cuente con un variado programa de actividades durante su celebración

Una valoración que no coincide con la esgrimida por los responsables de algunos de los puestos dedicados a venta de alimentos que criticaron la organización del Ayuntamiento y la falta de actividades que pudiesen atraer a público durante la mayoría de los dos primeros días. Un periodo en el que se registró una baja afluencia de público y algunos llegaron a cerrar antes de lo previsto.

Discrepancias a parte, lo cierto es que desde hace unos años el número de personas que acuden ataviadas con trajes de época es muy pequeño y la presencia de público tampoco frena su descenso, lo que hace que sea menos atractiva a las diferentes expositores. En sus inicios eran miles de personas las que acudían con diferentes trajes y creaban un ambiente que sí que emulaba la vuelta al pasado. Ahora la inmensa mayoría que acude lo hace con ropa normal. "Es como salir a tomar una cerveza, está bien, pero ya no es lo que era", comentaba uno de los visitantes durante la jornada del pasado sábado, día central del evento.

En la ciudad del Tajo el debate sobre Ronda Romántica lleva abierto ya varios años, aunque los responsables municipales no han reconocido el problema hasta la presente edición ha sido más evidente que nunca. Ni el habitualmente multitudinario pasacalles llegó a serlo en esta ocasión a pesar de la presencia de representaciones de diferentes localidades de la Serranía que salvaron la imagen.

"Tenemos que ser honestos y no vemos que tenga la implicación suficiente de la ciudadanía y por eso hemos abierto un periodo de reflexión y analizar con todos los colectivos implicados en su conjunto", dijo la alcaldesa rondeña.

La regidora reconocía que pese a los "esfuerzos" realizados no se conseguía que los rondeños y visitantes se vuelvan a vestir como ocurría en un primer momento.

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