Ronda

Ronda ya tiene vino espumoso

  • La bodega Doña Felisa lanza al mercado el primero de estos caldos producido en la zona y de una forma totalmente natural

Descorche de una de las botellas del espumoso Cloe elaborado por la bodega Doña Felisa.

Descorche de una de las botellas del espumoso Cloe elaborado por la bodega Doña Felisa. / Javier Flores

Los vinos de Ronda hace años que despegaron y, tras mucho esfuerzo de los bodegueros, lograron hacerse un hueco en un mercado tan competitivo a pesar de ser una zona vinícola de reciente recuperación, si se compara con otras regiones productoras de España.

Durante estos años se han ido lanzando al mercado diferentes tipos de vino elaborados con muy diversas variedades de uva, algunas de ellas con las que se iba probado, hasta comprobar que funcionaban y que en la Serranía de Ronda era posible su producción.

Posteriormente se comenzó a elaborar vinos blancos y también se introdujeron los rosados, que en estos momentos cuentan con un notable prestigio, gracias a que se trata de elaboraciones muy diversas y también utilizando una gran variedad de uvas, lo que hace que sean muy diferentes de una bodega a otra.

No obstante, hasta el momento lo que ninguna de las bodegas había hecho era sacar un vino espumoso. Eso sí, a partir de ahora, Ronda también tiene su propio espumoso, que ha sido lanzado al mercado por la bodega Doña Felisa, y que aspira a encontrar también su mercado en un momento en el que existe un boom de este tipo de vinos, con especial crecimiento en zonas como Extremadura.

La primera añada cuenta con 6.000 botellas, que costarán entre 20 y 25 euros por unidad

Un momento de expansión que en esta bodega también han querido aprovechar, aunque no exista tradición en la zona. “Ya demostramos que se podían hacer muy buenos vinos en Ronda”, explica su responsable, José María Losantos, que se muestra convencido de que también se podrá comprobar que en esta zona de producción también se pueden elaborar espumosos de calidad. “Nosotros lo hemos hecho, aunque tendrá que ser el mercado el que diga la última palabra”, señala Losantos.

De momento, este brut nature no cuenta con ningún tipo de añadido y es “simplemente vino” con una doble fermentación; tendrá una tirada de unas 6.000 botellas con el mercado de Ronda y la Costa del Sol como principal destino. Y es que Losantos no se cansa de repetir que la costa malagueña consume 45 millones de botellas de vino al año, por lo que es uno de los tres grandes mercados de España junto a Madrid y Barcelona. “Tenemos la suerte de tenerlo aquí al lado”, apostilla.

Botella del espumoso de Ronda. Botella del espumoso de Ronda.

Botella del espumoso de Ronda. / Javier Flores

Eso sí, la elaboración de este primer espumoso rondeño no ha sido un trabajo fácil, ya que han tenido que realizar numerosas pruebas a lo largo de 4 años hasta que han logrado obtener el producto deseado y perfeccionar el proceso. De hecho, Losantos reconoce que las primeras pruebas que realizaron con la uva que habían elegido no terminaron de ser satisfactorias, por lo que optaron por seguir realizando otras pruebas hasta que consiguieron el espumoso deseado a base de sauvignon blanc mediante el método Champagnoise.

Un largo proceso que se sigue desde la recogida de la uva hasta que se produce el degüelle en la parte final de la elaboración, antes de que se proceda a colocar el tapón definitivo y el etiquetado de las botellas.

Este nuevo espumoso sale al mercado con la aspiración de convertirse en un vino propio para los aperitivos, ya que como indica Losantos “estamos en una zona de altas temperaturas y los blancos y espumosos muy fríos son ideales para tomarlos como un aperitivo”.

Eso sí, nace directamente con la idea de no convertirse en un vino de supermercado de venta masiva, ya que su reducida producción y su precio hacen ya ver que se dirige a un mercado con un poder adquisitivo medio-alto, que no tengan problemas en pagar los entre 20 y 25 euros que costará una de estas botellas en los restaurantes en los que se encuentre o en las cadenas de alimentación con espacios dedicados a productos gourmet.

Además, para la propia bodega supone cerrar el círculo de producción, ya que también tiene un dulce entre sus 12 vinos.

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