Juan Nieto, cuatro años cuidando los árboles de un parque público abandonado en Ronda

Los vecinos han creado un equipo para devolver a la vida este espacio que estaba inundado por la maleza y era casi imposible de usar

Vecinos de Ronda recuperan un parque público abandonado

Juan durante su trabajo para despejar el parque de matorral y conservar las plantas.
Juan durante su trabajo para despejar el parque de matorral y conservar las plantas. / Javier Flores

Ronda/El conocido como Parque de Galia era hasta hace solo unos meses un espacio lleno de maleza, pérgolas medio derrumbadas, juegos infantiles destrozados, basura, muchos restos de botellones ilegales y caminos senderos impracticables. Ahora, un grupo de vecinos se han unido para despejar esta zona verde abandonada y devolverla a la vida, hasta el punto de que ya así todos los caminos se encuentran despejados y grandes áreas del mismo han sido liberadas de las especies invasoras que se habían apoderado de las mismas.

En ese camino han encontrado a dos vecinos a los que apodan 'Los Juanes' y que desde hace bastantes años se ocupaban de mantener los árboles del espacio para intentar que no se perdiesen y consiguiesen desarrollarse. Un trabajo que estuvo lleno de sinsabores porque algunos de esos árboles que cuidaban con mimo fueron objeto de actos vandálicos que les ocasionaron diferentes daños.

Uno de ellos es Juan Nieto, un vecino de Padre Jesús que a sus 85 años encontramos tijera en mano despejando la entrada al parque desde su barriada. Ahora, con sus nuevos compañeros de viaje se tiene ilusionado y ha afirmado rotundo que "estamos haciendo un bien para todos, ahora la gente pasa y nos dice lo bien que se está quedando y que ya pueden pasear"

Vistas desde el parque desde una zona ya despejada.
Vistas desde el parque desde una zona ya despejada. / Javier Flores

Juan Nieto, camarero de profesión, dedicaba su tiempo libre a mantener jardines de compañeros y amigos. "Cuando salía del trabajo me aburría y me dedicaba a trabajar de jardinero", ha explicado, al tiempo que sigue con su trabajo en el parque. No hay un minuto que perder para devolver el esplendor perdido.

Ahora recuerda que lleva cuatro años cuidando de los árboles para que puedan conservarse. Juan conoce cada rincón del parque como la palma de su mano y sabe en qué puntos hay árboles aunque algunos de ellos todavía sea prácticamente imposible verlos al estar rodeados por matorral. Y es que se siente especialmente orgulloso de las encinas y alcornoques que ahora lucen esbeltos. "Llevo cuatro años cuidando estas encinitas y aquellos alcornoques", ha explicado mientras muestra los brotes en el tronco de un ejemplar al que prendieron fuego. "Primero la quemaron y cuando ya logré que tuviese cuatro ramas nuevas las partieron, ahora está brotando otra vez", ha detallado Juan mientras recorre el parque.

"Es una pena, era un parque maravilloso", ha señalado Juan, al tiempo que alberga su esperanza de que el Ayuntamiento cumpla con la promesa hecha a los vecinos. "Esperemos que vengan y hagan el resto", ha apuntado mientras abogaba por el respeto a las plantas. "No tenemos la conciencia suficiente sobre lo importante que es cuidarla", dijo.

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