Luces y lágrimas en el Miércoles Santo de Ronda

La Columna llevó la devoción a la calle mientras el Silencio suspendía su salida

Mantillas junto al trono de la Virgen de la Esperanza.
Mantillas junto al trono de la Virgen de la Esperanza. / Javier Flores

Ronda/El Miércoles Santo Ronda se ha llenado de luces y sombras. Y es que mientras la Columna llevaba la devoción a la calle, el Silencio ha decidido suspender su estación de penitencia ante la posibilidad de lluvia a lo largo de la madrugada.

Mientras tanto, a última hora de la tarde el barrio de San Cristóbal se ha llenado de público para presenciar la salida de la Columna, una de las hermandades rondeñas que mayor número de hermanos pone en la calle y que hace que cuente con un cortejo muy extenso.

Aunque a la hora fijada para la salida el cielo mostraban nubes y se han dejado caer algunas pequeñas gotas de agua, la cofradía no ha tenido dudas a la hora de realizar su estación de penitencia.

De este modo el estilo malagueño ha tomado el relevo en la Semana Santa de Ronda, ya que las dos hermandades cuentan con tronos llevados por horquilleros (hombres de trono). Además, en el caso de la Columna, son de los de mayor tamaño de las cofradías rondeñas. Así ofrecen una imagen parecida a la que puede verse a diario en la capital de la provincia.

Tras el trono de la Columna ha sido el turno para la Virgen de la Esperanza, conocida popularmente como la 'novia' de Ronda y que cuenta con una gran devoción en la ciudad. Tras abandonar su carpa de salida, ya que no pueden hacerlo desde el interior del templo, ha sido recibida por una gran petalada lanzada desde uno de los balcones próximos.

Penitentes del Silencio en el interior del templo.
Penitentes del Silencio en el interior del templo. / Javier Flores

Y mientras la Columna ha continuado con su recorrido con normalidad, en el interior de la colegiata de Santa María la junta de gobierno de la hermandad del Silencio ha decidido no procesionar ante el riesgo de que pudiese aparecer la lluvia al tratarse de una cofradía que tiene la vuelta a su templo casi a las tres de la madrugada.

Una vez se ha comunicado la decisión a los hermanos, la cofradía se ha formado en el interior del templo y han abierto las puertas del mismo para que todas aquellas personas que lo han deseado entrasen en el mismo para poder ver a su titular. Un acto penitencial se ha mantenido abierto mientras hubo público en el exterior de la iglesia.

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