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Los seis municipios de los 101 km de la Legión, su gran secreto

Llegada a Ronda poco antes de cerrarse la meta durante la última edición.

Llegada a Ronda poco antes de cerrarse la meta durante la última edición. / Javier Flores (Ronda)

Los 101 kilómetros que organiza la Legión en Ronda son mucho más que una prueba deportiva, precisamente, ese es el gran secreto que muchos de los participantes aseguran que tienen para tener el éxito que acumula y la enorme cantidad aficionados a las carreras de montaña que cada edición tratan de participar en la misma y que hace que más de 20.000 personas se inscriban en la misma para optar a uno de los dorsales.

Un secreto en el que tienen mucho que ver los seis municipios por lo que discurre la carrera dentro de la denominada comarca natural de Ronda (incluye zonas de Málaga y Cádiz) y en la que sus vecinos se vuelcan con el paso de la prueba. Es una carrera que se considera como propia aunque la organización sea de La Legión.

Con salida y llegada en Ronda, localidad en la que se cruza la conocida plaza de toros,  Puente Nuevo,  Arco de Felipe V y el Puente Romano y el popular Tajo a la llegada, a lo largo del recorrido los 9.000 participantes tendrán que pasar por los núcleos urbanos de Arriate, Alcalá del Valle (Cádiz), Setenil (Cádiz), Montejaque y Benaoján.

He participado en pruebas más duras, la propia Desértica de La Legión en Almería creo que lo es, pero no tienen el ambiente que hay en los 101, pasar por los pueblos o en mitad del recorrido y encontrarte gente que te anima te pone los pelos de punta cuando vas sufriendo”, explica Julio, un almeriense que participó en una de las últimas ediciones en bicicleta de montaña.

"Es tremendo encontrarte en mitad a la noche a gente que se pone a animarte", apostilla Antonio Molina, otro almeriense que también realizó la prueba.

Legionarios animando en mitad de la noche junto a un punto de avituallamiento. Legionarios animando en mitad de la noche junto a un punto de avituallamiento.

Legionarios animando en mitad de la noche junto a un punto de avituallamiento. / Javier Flores (Montejaque)

Tras la salida desde el campo de fútbol de Ronda será Arriate el primero de los municipios por el que pasarán los corredores, todavía muy al inicio de la prueba, tras lo que tendrán que afrontar la primera subida del cortijo El Marqués. A partir de ese punto si el día se presenta caluroso tendrán que acometer un tramo del recorrido donde la ausencia de sombra en nueva parte del mismo será la nota predominante hasta alcanzar Alcalá del Valle, que se vuelve a cruzar en esta edición, y posteriormente dirigirse hacia Setenil y cruzar por mitad de su calle de casas cueva. Un punto en el que suelen concentrarse decenas de personas para animar el paso de los corredores mientras disfrutan de la gastronomía de los numerosos bares que existen en este punto.

A partir de Setenil la prueba comienza a endurecerse, aunque no por ello disminuye la animación. Una vez superada la propia base de la Legión tocará afrontar la subida a la ermita de Montejaque, una de las zonas más duras del recorrido y tras la que se alcanza Montejaque. Una localidad en la que se congregan vecinos entorno al avituallamiento situado en la bajada de la ermita y en el que incluso se pone música y los legionarios se encargan de dar ánimos, megáfono en mano, a los corredores. Algo parecido ocurre tras el paso por el casco urbano de Benaoján.

Paso por la zona de las casas cueva en Setenil. Paso por la zona de las casas cueva en Setenil.

Paso por la zona de las casas cueva en Setenil. / Javier Flores (Setenil)

A partir de este punto se entra en la recta final de la prueba por un camino de monte que llevará hasta el puerto de la Muela desde el que ya puede verse el Tajo de Ronda sobre el que se sitúa la meta. Quedará afrontar la conocida como ‘Cuesta del Cachondeo’, que representa la última subida desde el  fondo del cortado rondeño hasta entrar en el casco urbano de la ciudad del Tajo.

Allí llega otro de los momentos de emoción, ya que la llegada a la meta está llena de público y resulta especialmente emocionante durante la mañana del domingo cerca del cierre cuando el público trata de animar a aquellos que llegan muy al límite para que consigan su objetivo, lo que hace que algunos no puedan resistir las lágrimas de emoc

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