Parauta se volvió a llenar de magia
Duendes, hadas y magos cobraron vida entre las calles iluminadas solo con velas
Visitantes y vecinos tuvieron que superar pruebas y acertijos durante el recorrido
Parauta, luz y magia en mitad del bosque
La localidad de Parauta se volvió a llenar de magia durante la celebración de la noche de San Juan. Desde hace unos años la localidad vive una jornada especial en la que los duendes, magos y hadas que habitan en el bosque que rodea al municipio cobran vida y aprovechando la oscuridad llegan hasta sus calles para poner a prueba a sus habitantes con trucos, acertijos y adivinanzas.
Una noche especial en la que tan solo las luces de las velas se encarga de iluminar Parauta creando un ambiente especial en el que jóvenes y mayores tienen la oportunidad de vivir una jornada de diversión que culmina con música en la plaza del pueblo.
Visitantes y los propios vecinos se sumergen en el ambiente especial que se crea en el pueblo una vez se apagan las luces y comienzan las diferentes actividades que están repartidas por diferentes puntos y que hacen que se tenga que recorrer gran parte de sus rincones para poder completarlas.
Y es que el municipio hizo de sus 'Bosque Encantado' un atractivo turístico que sigue trayendo a cientos de personas hasta este paraje situado en el inicio del Valle del Genal y en que sus castaños se encuentran en estos momentos en plena floración de cara a la próxima cosecha.
Un atractivo que se encuentra situado en uno de los caminos de salida el pueblo y en el que el artista local, Diego Guerrero, creó diferentes estaciones aludiendo a los diferentes seres mágicos que se atribuyen a este tipo de bosques. Unos puntos en los que también se aprovecharon árboles que se encuentran ya en su etapa final de la vida para darles una segunda oportunidad en este caso como atractivo turístico.
También en el interior del municipio se han creado diferentes seres alusivos a esta creación que hizo que Parauta pase a sumarse a esos pueblos especiales de la Serranía de Ronda.
A pocos minutos de allí se encuentra la llamada Aldea Azul que, tras abandonar la denominación de Pueblo Pitufo, mantiene el azul en sus casas y diferentes actividades como tirolinas y zonas de aventura para los más pequeños.
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