Proyecto Platea, la obra más arriesgada y 'loca' de Marcos Marcell
El actor rondeño apostó por dejar Madrid para crear su escuela de teatro en una pequeña sala para 40 personas en su ciudad natal
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Ronda/Actores de un lado a otro. El pequeño recibidor de la entrada repleto. El camerino con turno para terminar de prepararse y colocarse el vestuario de la función. El director da las últimas instrucciones. La regidora busca poner un poco de orden. Teatro en estado puro.
La escena descrita no se desarrolló en ningún gran teatro en los momentos previos a una función, aunque podría serlo. Los nervios eran los mismos y las ganas de que todo saliese según lo preparado también. Es el ensayo general de Bodas de Sangre, la última obra del actor rondeño, Marcos Marcell. Todo transcurre en el interior de La Sala Amarilla, el pequeño teatro con capacidad para unas 40 personas en el que se ubica la escuela de Marcell y la compañía que forma parte de Proyecto Platea, el proyecto personal del actor para acercar el mundo del teatro a la Serranía desde una visión profesionalizada.
Afincando en Madrid desde joven, desarrolló en la capital la mayor parte de su carrera como actor en teatros como La Zarzuela o el Real y series de televisión de las grandes cadenas, aunque llegó un momento en el que decidió dar un cambio radical a su vida y volver a su ciudad natal para poner en escena su obra más arriesgada, su propia escuela de teatro. “Desgraciadamente en este país todo lo que tenga que ver con el teatro es un proyecto loco, es el más denostado de las artes pese a la importancia que tiene”, responde Marcell al ser preguntado por si aquella idea de apostar por esta sueño cultural en una pequeña ciudad andaluza no era un tanto descabellado. Además, asegura que "el teatro no está en el lugar que se merece, en especial, a nivel particular es una locura total".
En cuanto a su idea, explica que uno de sus grandes objetivos es ofrecer a los vecinos de la Serranía la posibilidad que él no tuvo de joven de aprender interpretación de una forma rigurosa y seria para subirse posteriormente a unas tablas. Precisamente, este hecho es otro de los aspectos que le habrían llevado a retornar a su tierra. "Es un proyecto de vida, es un proyecto de locos, pero sobre todo es una ilusión y es un proyecto que funciona", señala.
Marcell reconoce las dificultades que un proyecto de este tipo implica, entre ellas, que sus potenciales alumnos en la Serranía son muchos menos que los que pudiese encontrar en una gran capital. No obstante, este aspecto no fue un obstáculo y decidió seguir adelante con su idea y hoy destaca que tras siete años de funcionamiento la escuela sigue abierta. "Si estamos aquí es porque la gente lo quiere", señala. En la actualidad son unas veinte las personas que cada semana acuden a sus clases para convertirse en ese actor que siempre llevaron dentro, pero que por diferentes razones no pudieron despertar antes.
A pesar de las dificultades para sacar adelante su proyecto, sostine que se siente feliz con lo que hace, al tiempo que resalta que "el teatro está en crisis desde que nació, siempre estuvo en crisis". Por ello también tienen que compaginar este sueño personal con otras actividades para poder mantenerlo vivo.
En cuanto a su trabajo, remarac que tiene fama de un profesor duro: "Pero es que el teatro es algo que considero y me gusta el trabajo actoral bien hecho desde la base", al tiempo que explica que "aquí van a encontrar respeto a la interpretación y rigor". Además, otro de los objetivos en sus clases en conseguir que sus alumnos, además de convertirse en actores, sean capaces de ser espectadores críticos. "Yo no creo en el actor que no sabe criticar justamente un trabajo escénico de cualquier otra persona, me gusta que mis alumnos se conviertan en grandes espectadores críticos, que no criticones", afirma. De este modo considera que un espectador al ver un espectáculo puede saber los motivos por los que le gusta y, en caso contrario, qué no les gusta y los motivos para ello. "Te puede no gustar un espectáculo pero entender el trabajo, el esfuerzo que se pone y el trabajo actoral de un artista que tiene que defender un papel", explica.
Además, considera que este tipo de escuelas pueden ser el lugar ideal para aquellas personas que tienen inquietudes y que quieren saber si realmente ser actor es lo que buscan en su vida profesional. "La gente mal entiende que ser actor es ser famoso, y no tiene nada que ver, se puede ser actor de muchas formas", indica.
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