Los casos de bronquiolitis en recién nacidos y niños de pocos meses de edad están aumentando en las últimas semanas, por lo que es interesante conocer sus síntomas para detectarla y diferenciarla de la bronquitis. Ambas afectas a las vías respiratorias, así que comparten algunas características y esto puede llegar a confusión.

La bronquiolitis afecta a los bronquiolos, que se sitúan en los extremos de los bronquios y los conectan con los alvéolos, mientras que la bronquitis afecta a los propios bronquios y puede ser aguda o crónica. La primera es la que se produce de forma puntual mientras que la segunda lo hace de manera más reiterativa.

Otra diferencia a destacar es que la bronquiolitis suele afectar a los menores de dos años. En cambio, la bronquitis puede hacer acto de presencia a cualquier edad.

Diferencias en los síntomas

Los síntomas de la bronquiolitis en su fase inicial normalmente son congestión nasal, tos y, en ocasiones, febrícula. Al cabo de los días, la tos aumenta y aparece la sensación de ahogo. Además, también la respiración suele ir más rápida de lo habitual y hacerlo mientras se emiten o silbidos, lo que se llama sibilancia. Si se llega a sentir dificultad para respirar, pérdida de apetito o somnolencia se recomienda acudir cuanto antes a un centro hospitalario.

La bronquitis también hace que tengamos tos y febrícula, pero también hay que añadir síntomas que nos ayudan a diferenciarla de la bronquiolitis, como el dolor muscular y de cabeza. Además, con la bronquitis no aparece la sibilancia, por lo que también nos sirve para distinguir una patología de otra.

También en la manera en la que aparece una u otra encontramos algunas diferencias. Ambas son producidas por un virus, aunque la bronquitis puede ser causada por el tabaco o estar expuesto a la contaminación.

Cómo tratar la bronquiolitis y la bronquitis

Algunos consejos para tratar la bronquiolitis en casa son dar de comer al niño en pequeñas cantidades y mantenerlo siempre bien hidratado. También despejar la mucosa de su nariz y realizarle lavados nasales. Incluso se recomienda instalar un humidificador en la habitación en su habitación para que tenga menos problemas al respirar.

Mantener muy bien hidratado a la persona que la sufre también es un consejo muy válido para la bronquitis, además de descansar y, en el caso de los adultos, tomar un medicamento como la aspirina.

Aunque en ambos casos, lo más recomendable es acudir a los servicios médicos para que ellos nos den el tratamiento más adecuado según el caso.