Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el número de personas con depresión o ansiedad, entre 1990 y 2013, aumentó casi un 50% y en la actualidad, la salud mental se incluye entre uno de los temas más importantes a los que hay que comenzar a prestarles atención de una forma seria. El Doctor Jorge Barraca Mairal, doctor en Psicología y especialista en Psicología Clínica, explica que “aunque popularmente la ansiedad tenga connotaciones negativas, en realidad se trata de un mecanismo del organismo desarrollado para la supervivencia pero el problema surge cuando no existe ningún peligro y se desencadena este hecho”.

La ansiedad como trastorno afecta a numerosas personas a lo largo de sus vidas y se puede manifestar de varias formas según cómo la reciba la mente. Algunos de los cambios fisiológicos que se pueden encontrar son la taquicardia, la sudoración en exceso, experimentar temblores, tener sensaciones de asfixia, inquietud y necesidad de moverse, escalofríos o incluso sensación de irrealidad. La ansiedad esporádicamente no es alarmante, pero cuando se repiten a menudo puede causar graves alteraciones en la vida de una persona como:

• Imposibilidad de descansar bien

• Irritabilidad y estado agitado

• Sudoración en exceso

• Falta de apetito

• Fatiga constante

• Síntomas físicos como dolor de cabeza, mareos, boca seca o náuseas

El estrés y la vulnerabilidad son la combinación que llevan a la persona en acabar con un trastorno de ansiedad. Cuando ambas se unen, la sensación de agobio se acentúa y existen algunas teorías que hablan de causas genéticas, periodos de estrés donde la aceleración de la vida toma un papel importante o superar un problema de ansiedad y seguir con la sensación de agobio. En la actualidad, los jóvenes son el sector de la sociedad que padecen la ansiedad, esto se da porque se trata de un momento de la vida en el que hay que afrontar decisiones importantes que repercutirán en el futuro.

Los problemas de ansiedad más habituales se pueden clasificar dentro de cinco grupos en los que se dan diferentes situaciones:

• Crisis de pánico

• La ansiedad generalizada que se trata de uno de los más comunes, donde la persona tiene demasiada preocupación por un tema.

• Tener grandes obsesiones o pensamientos inapropiados

• Trastornos por estrés postraumático después de un acontecimiento impactante.

• Fobias de cualquier tipo.

En el caso de que se sospeche que se padece ansiedad fruto del estrés lo indicado es acudir a un especialista. Lo indicado es comenzar un tratamiento psicológico en el que el paciente comienza a ver que la ansiedad es una reacción normal del organismo. Además, se enseñan técnicas para analizar como acontece la ansiedad, ayuda a cambiar los pensamientos catastrofistas y exagerados, enseñan al paciente a tolerar los estados ansiosos y cómo actuar cuando llega la ansiedad. En este sentido, el apoyo de los seres queridos es indispensable, ya que la ansiedad puede agravarse y derivar en problemas mayores como problemas digestivos, dolores de cabeza, bruxismo, insomnio o abuso de sustancias.

Por ello, cuando se cree que se padece este trastorno hay que activar los mecanismos necesarios para combatirla con la ayuda de los profesionales.