SALUD

El desarrollo de esclerosis múltiple se relaciona con la falta de sueño durante la adolescencia

Lo ideal es dormir entre siete y nueve horas

Lo ideal es dormir entre siete y nueve horas

Cuidar la alimentación, realizar ejercicio físico siempre que puedas, controlar el estrés, tener una actitud positiva en la vida o ejercitar nuestra mente son algunos de los consejos de la OMS para cuidarse. También tener felices sueños. Porque si ya sabíamos que dormir incrementa la creatividad, ayuda a perder peso, te hace estar más sano, mejora la memoria, protege el corazón y reduce la depresión, ahora un estudio publicado en el 'Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry' asegura que el desarrollo de esclerosis múltiple se relaciona con la falta de sueño durante la adolescencia.

Aquellos adolescentes que duermen poco tienen hasta un 40% más de posibilidades de desarrollar posteriormente esclerosis múltiple

Sí, tal y como leen. Dormir poco entre los 15 y los 19 años podría ser el germen de padecer una enfermedad como la esclerosis múltiple en el futuro. Así lo demuestran las pruebas realizadas a más de cinco mil personas. Bien es cierto que los investigadores aún no quieren sacar conclusiones precipitadas, puesto que la deducción también podría ser a la inversa y estos adolescentes podrían dormir mal ya desde edades tempranas a consecuencia de un daño neurológico, pero lo cierto es que la irrupción de las nuevas tecnologías en nuestras vidas y el impacto y exposición de los pequeños y adolescentes a las pantallas preocupa, y mucho, a los facultativos, que ven cómo alteran notablemente sus horas de sueño, añadidos a los ya típicos cambios fisiológicos, psicológicos y sociales que se producen durante este periodo de edad.

Dormir mucho no es perjudicial

Un sueño escaso y de mala calidad afecta a las vías inmunitarias y puede aumentar el riesgo posterior de esclerosis múltiple. Los investigadores se basaron en un estudio poblacional de casos y controles en Suecia. Un sueño corto se define como menos de 7 horas/noche; el sueño adecuado como 7-9 horas; y el sueño largo como 10 o más horas. Pues bien, aquellos que duermen poco tienen hasta un 40% más de posibilidades de desarrollar posteriormente esclerosis múltiple, mientras que los que duermen mucho, incluso los fines de semana o en días libres, no tienen un mayor riesgo de padecer dicha enfermedad.

Y no vale con tumbarse en la cama y dormir. Hace falta tener una buena calidad del sueño habitualmente, sin cambios bruscos de rutinas, para lo cual es también necesario tener unos buenos hábitos alimenticios y de higiene antes de dormir. Igual que dormir cinco horas o menos a los 50 puede generar enfermedades cardiovasculares, dormir las horas necesarias y de forma ordenada en la adolescencia terminará protegiéndonos ante la esclerosis múltiple.

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