Hoy en día se ha puesto de moda las inyecciones para adelgazar. Tan de moda están dichas inyecciones, y tal es el número de personas que han querido probarlas, que los profesionales sanitarios se han empezado a cuestionar la eficacia de estas inyecciones. En el artículo de hoy te vamos a decir cuáles son los riesgos y hasta qué nivel son eficaces las inyecciones para adelgazar según la OCU.

Para empezar, es importante tener en cuenta que estas inyecciones no son una forma eficaz de perder peso a largo plazo, ya que pueden provocar un efecto rebote importante, aunque en redes sociales hayan causado un gran furor. ¿Qué son exactamente estas inyecciones que ayudan a adelgazar?

Las inyecciones no se tratan de otra cosa que de medicamentos destinados a tratar la diabetes tipo 2. En concreto dos de ellos, la liraglutida y la semaglutida forman parte de una familia de medicamentos, denominada análogos de la GLP-1.

Dentro de la familia de análogos de la GLP-1 existen cinco tipos de medicamentos diferentes, que se utilizan para tratar la diabetes tipo 2. Cada medicamento tiene su nombre comercial. Los medicamentos en cuestión son: semaglutida, liraglutida, lixisenatida, dulaglutida, exenatida. Todos estos medicamentos requieren una receta médica y algunos se deben tomar una vez al día y otros solo una vez por semana. Estos medicamentos pueden ser utilizados solos o combinados con otros medicamentos y la insulina para la diabetes tipo 2.

Si lo que queremos es perder peso, solo uno de estos medicamentos, la liraglutida, está aprobado para ayudar en la pérdida de peso. De igual manera, la semaglutida también está aprobado en Europa para tratar la obesidad y el sobrepeso, aunque todavía no se vende en nuestro país.

Estos medicamentos imitan en el funcionamiento de la hormona GLP-1, una hormona que se secreta en el intestino, cuando ingerimos comida. La función de esta hormona es regular los niveles de la insulina y el glucagón. Los medicamentos que hacen esto generalmente se usan para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y tienen un efecto: quitan el hambre.

Como consecuencia de la pérdida de apetito, también se pierde peso. De todas maneras, solo la liraglutida (Saxenda) y la semaglutida (Wegovy) pueden ser utilizadas con el fin de adelgazar. La popularización de estos medicamentos en las redes como herramienta para perder peso ha tenido como consecuencia el desabastecimiento de algunos de estos medicamentos.

Para saber cómo usar correctamente estos medicamentos:

Si lo que quieres perder peso la liraglutida va a ayudarte. Este medicamento está comercializado bajo dos marcas diferentes, y una de ellas, Saxenda, se utiliza para la pérdida de peso (la administración de este medicamento se da con la administración diaria de inyecciones durante aproximadamente seis días). La otra marca, Victoza, se utiliza para el tratamiento de la diabetes tipo dos.

La semaglutida por su parte, solamente se vende bajo la marca de Ozempic, y se administra semanalmente. En los estudios realizados en torno a este medicamento, junto al ensayo clínico que se realizó, se observó que reducía la ingesta calórica de tres comidas consecutivas entre un 18-35%. Esto sucede porque el medicamento, aparte de reducir el apetito, reduce la ansiedad por comer y la apetencia por alimentos ricos en grasas.