El problema de las bacterias resistentes a los antibióticos es una preocupación creciente en el campo de la salud pública a nivel mundial. Las bacterias tienen la capacidad de desarrollar resistencia a los antibióticos a través de diferentes mecanismos, lo que dificulta su tratamiento y puede llevar a infecciones más graves, prolongadas y potencialmente mortales. La resistencia bacteriana surge principalmente debido al uso inapropiado y excesivo de antibióticos en la medicina humana y veterinaria. Estas bacterias, conocidas por su capacidad de evadir los tratamientos tradicionales, representan una amenaza creciente para la salud global. Tanto es así que esta amenaza quita el sueño a la comunidad médica internacional, cuyas estimaciones ya prevén 10 millones de muertes anuales por resistencia a los antimicrobianos para 2050. No obstante, a medida que las superbacterias han ido evolucionando y desarrollando resistencia a múltiples fármacos, los científicos han comenzado a buscar alternativas efectivas para combatirlas. Un interés que no es nuevo y que se remonta a décadas atrás. En aquel entonces en donde nació el rayo de esperanza que vuelto a resurgir de sus cenizas, la estreptomicina.
Descubierta en la década de 1940 por el científico estadounidense Albert Schatz, también conocida como nourseothricin, es una mezcla de productos naturales que representó una gran esperanza en la lucha contra las bacterias Gram negativas. Estas bacterias incluyen muchas especies que pueden causar enfermedades como la gonorrea o la meningitis.
El renacer
¿Cómo actúa?
La clave del éxito de la estreptomicina radica en su capacidad para interferir con la síntesis de proteínas en las bacterias. Al unirse a los ribosomas, las estructuras celulares responsables de la producción de proteínas, la estreptomicina impide que las bacterias produzcan las proteínas esenciales para su supervivencia. Esto interrumpe sus procesos metabólicos y finalmente lleva a su muerte.
Un estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de renombre internacional demostró que la estreptomicina, cuando se utiliza en combinación con otros medicamentos, puede erradicar de manera efectiva la MDR-TB en pacientes. Este hallazgo ha generado un nuevo impulso en la investigación y el desarrollo de terapias basadas en la estreptomicina para abordar las infecciones causadas por superbacterias.
Además, se ha observado que la estreptomicina también puede estimular la respuesta inmunológica del cuerpo, lo que ayuda a fortalecer la capacidad del sistema inmunológico para combatir las infecciones bacterianas. Esta propiedad adicional hace que la estreptomicina sea aún más prometedora en la lucha contra las superbacterias resistentes.
Aunque el redescubrimiento de la estreptomicina como un tratamiento eficaz contra las superbacterias es emocionante, aún quedan desafíos por superar. Uno de los mayores obstáculos es la aparición de resistencia a la estreptomicina en algunas bacterias. Esto significa que, si se utiliza como monoterapia o en combinación con otros medicamentos inadecuadamente, las bacterias podrían desarrollar resistencia a la estreptomicina, disminuyendo su efectividad a largo plazo.
Sin embargo, los autores de este nuevo trabajo se muestran esperanzados y ya vaticinan a este viejo amigo como ''la posible solución al problema de la multirresistencia entre las bacterias Gram negativas".
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