En la boca empieza la digestión. Al masticar, el cerebro está mandando un mensaje al estómago diciendo que va a recibir comida y éste se prepara para hacer la digestión. Si no le da tiempo a asimilar que va a empezar a trabajar, no absorbe bien los nutrientes, por lo que nuestro cuerpo no los aprovecha al 100%.

Cuando masticamos bien los alimentos estamos dando tiempo a la saliva para segregar una enzima llamada ptialina que es la responsable de descomponer los hidratos de carbono y si no masticamos bien, el cuerpo tiene que trabajar el doble para poder eliminar todo aquello que no necesita. Por lo que no es importante solamente trocear el alimento, sino que estamos permitiendo que la saliva pueda hacer sus funciones. 

Además de todo esto, el hecho de no masticar bien los alimentos tiene unos efectos secundarios que deriva en patologías varias que debes plantear. De momento, vamos a conocer los beneficios que te aporta un acto tan cotidiano, a la vez que involuntario: 

Beneficios de masticar bien los alimentos

1. Se facilita el proceso digestivo. De esta forma, se absorben mejor los nutrientes durante la digestión. 
2. Cuando masticas bien y permite que la saliva cumpla su función, se equilibran los niveles de acidez, por lo que se evita la gastritis y los reflujos estomacales.
3. Masticar adecuadamente ayuda a perder peso. El proceso contrario favorece la obesidad.
4. La saliva es muy importe para una buena salud bucal ya que evita que los alimentos se adhieran a los diente, por lo que al masticar bien los alimentos se previene la aparición de caries y las enfermedades de las encías. 
5. Masticar bien ayuda a oxigenar el cuerpo, por lo que aporta bienestar y se reduce la sensación de estrés. 
6. Disfrutamos más de la comida, apreciando los sabores y las texturas de los alimentos.

Efectos secundarios de no masticar bien los alimentos

• Cuando no masticas bien, se impide que los alimentos se descompongan propiciando la aparición de problemas digestivos como gases, pesadez, estreñimiento...
• El estómago tiene que hacer un esfuerzo mayor para hacer la digestión, por lo que se provoca que el metabolismo se vuelva lento porque requiere más tiempo para ejercer sus funciones como la de quemar calorías. Así que hay altas probabilidades de sufrir sobrepeso. 
• En este sentido, se gana peso porque el cuerpo acumula lo que no puede metabolizar y además al comer demasiado rápido siempre tienes la sensación de no estar saciado y cuando acabas de comer estás llenísimo. Por el contrario, cuando comes más despacio y masticando los alimentos, la sensación de saciedad llega antes al cerebro y paras de comer cuando realmente estás harto. 
• Si estás nervioso, con el estrés del día a día y no le dedicas suficiente tiempo a comer, comes cualquier cosa y en cualquier lugar, tu propio cuerpo hará que los niveles de estrés aumenten.