Nutrición y Bienestar

¿Cuáles son los aditivos más peligrosos que podemos encontrar en nuestros alimentos?

Los aditivos se pueden encontrar en los alimentos procesados.

Los aditivos se pueden encontrar en los alimentos procesados.

Cuando se leen las etiquetas de muchos alimentos que estén procesados en cierto grado, lo más normal es encontrar sustancias extras, los aditivos. Algunos de estos son inocuos y no hacen daño al organismo, mientras que otros están comenzando a ser cuestionados de forma pública por su alta toxicidad y  por los peligros que pueden tener en la salud humana. Pero, ¿cuáles son los tipos de aditivos que más deben preocupar?

Conservantes

Los conservantes ayudan a que el alimento se conserve durante más tiempo en buen estado, pero no ofrecen protección total frente a las micotoxinas, además de estar en el punto de mira por potencialmente favorecer otros problemas de salud:

  • El conservante E-211 (benzoato sódico) se cree que puede estar relacionado con la hiperactividad infantil, aunque no hay estudios concluyentes.
  • Hidroxibenzoatos (de E-214 a E-219), se relacionan con efectos adversos sobre el sistema endocrino y desarrollo de alergias. El uso de los conservantes E-216 y E-217 está prohibido en comida para animales, al ser letal para perros y gatos.
  • Los sulfatos (de E-220 a E-228): estas sustancias derivan de la combustión de minerales con azufre, se emplea para prevenir enzimas, bacterias y evitar la decoloración de los alimentos y mejorar la capacidad de amasado de los panes. Sin embargo, puede provocar déficit de vitaminas y hacer inactiva a la vitamina B. 
  • Nitratos y nitritos (de E-249 a E-252): se usan para prevenir bacterias y microbios y crear la sal nitro para la conservación y curación de carnes y embutidos. En grandes dosis puede reaccionar a la hemoglobina de la sangre e impedir el transporte de oxígeno (dado lugar a una metahemoglobinemia). Su uso no está permitido en productos que vayan dirigidos a menores de 6 meses, puesto que su hemoglobina es más reactiva. Al mezclarse con cloruro de sodio (la sal) se transforma en nitrosamina, que son potencialmente cancerígenas.

Edulcorantes

Estas sustancias son usadas como sustituto de ciertos endulzantes, para reducir el número de calorías de los productos. Aunque pueden estimular el apetito y malacostumbrar el paladar al sabor dulce.

  • Acesulfamo K (E-950): puede tener efectos laxantes, pero además según estudios en animales podría llegar a ser cancerígeno y unido a problemas neurológicos, hiperglucemia y secreción de insulina.
  • Aspartamo (E-951): tiene un alto contenido en fenilalanina, por lo que debe haber un aviso en los productos respecto a esto. Algunos estudios en animales señalan la posibilidad de que pueda ser cancerígeno a largo plazo. Además, existe un nivel máximo recomendado de 40 mg/kilo por persona y día.

Colorantes

Los colorantes son sustancias que se usan para dar, cambiar o resaltar el color de los alimentos y las bebidas. Sin embargo, algunos se encuentran bajo sospecha de poder causar hiperactividad en niños y desde el año 2010 los envases deben tener el etiquetado que avise de esto. Los colorantes son: E-102, E-104, E-110, E-122, E-124 y E-127.

Otro colorante, el E-133, de color azul brillante, se encuentra bajo la sospecha de que favorecer asma, urticarias e insomnio. No es bien absorbido y puede teñir las heces de verde.

Antioxidantes

Otra de las sustancias que permiten retrasar la caducidad de los alimentos. Se ha de tener cuidado con:

  • Galatos (de E-310 a E-312): no se recomienda que los consuman niños o mujeres embarazadas. Pueden provocar asma, hiperactividad y, entre otros, diversas reacciones alérgicas. También se relacionan con problemas de la sangre, como una baja producción de glóbulos rojos.
  • Butilhidroxianisol (E-320, BHA) y butilhidroxitolueno (E-321, BHT): no se recomienda su consumo por mujeres embarazadas y niños. Además de relacionarse estas sustancias con la aparición del asma, también favorecen el aumento del colesterol y problemas hepáticos. Se cree que a largo plazo pueden ser cancerígenos.
  • Ortofosfato de sodio (E-339): este antioxidante se puede encontrar en refrescos, leches y alimentos como aceitunas o quesos rallados. Se relaciona su uso con la aparición de problemas gastrointestinales y problemas relacionados con los niveles de calcio y fósforo en el organismo.

Saborizantes

Este tipo de sustancias se usan para potenciar el sabor de los alimentos, supliendo carencias de calidad, pero aumentando también su capacidad adictiva.

Uno de los más conocidos es el grupo de los glutamatos (de E-620 a E-625). Su uso está contraindicado en personas con enfermedades neurológicas puesto que podrían incrementar los síntomas de estas. 

Los efectos secundarios de los aditivos pueden leerse en la página Aditivos Alimentarios, así como explica qué productos los usan y cómo se consiguen estas sustancias y los niveles de toxicidad que tienen.

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