El barrio de la Victoria vivió en la jornada de, ayer Viernes Santo, un día cofrade muy completo. La cofradía del Amor salió a la calles a las 17:00. Los nazarenos de esta corporación con el corazón inflamado de amor en sus capirotes y con túnica agustiniana acompañaron a los tronos del Cristo del Amor y la Virgen de la Caridad.
En la salida de la cofradía, ambos tronos tuvieron que realizar una complicada maniobra con un giro de 160 grados hacia la izquierda. Importante la labor de los capataces que con sus indicaciones, los tronos embocaron la calle Fernando el Católico en busca del colegio Maristas, donde tuvieron el tradicional acto de la cofradía.
A la cofradía del Amor le caracteriza el constante orden y cuidado de su cortejo procesional desde la salida hasta el encierro. Fruto de esto, es el trabajo de formación de la cofradía que realiza durante todo el año con todos sus hermanos.
Musicalmente, la banda de Cornetas y tambores de la Esperanza acompañó al Señor creando una perfecta armonía. La banda de música Eloy García de la Expiración acompaña a la Virgen.
La cofradía como es tradición realizó un acto en el colegio Maristas, repleto de alumnos, profesores y hermanos maristas. Al paso del trono del Señor leyeron una lectura y con el paso de la Virgen de la Caridad le cantaron la Salve todos los presentes.
Como novedades principales, la cofradía del Amor presentó este Viernes Santo 10 nuevas túnicas y capas blancas; los nazarenos realizaron el recorrido desde el Santuario, atravesaron las calles Conde de Tendilla, María y Ladrón de Guevara, hasta llegar a Fernando el Católico para pasar, por primera vez desde que los tronos salieron de la Casa Hermandad, por delante de los Sagrados Titulares y el orden de procesión se reestructuró de tal manera que el tramo de insignias se repartieron por todo el cortejo al que se le añadió uno más de velas.
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