Tras la estampida que se produjo en calle Carretería durante el Lunes Santo de 2017, la hermandad del Cautivo superó el reto de pasar por este enclave con todas las garantías puestas para que no existiese ningún incidente. Antes de que la cruz guía transitase por la calzada, un cordón policial con perros pasaba aconsejando a la gente salir por las aceras. La presencia de sillas, a pesar de estar prohibidas por un bando municipal, fue menor que el año pasado, al igual que el público que presenció la procesión.

Sin embargo, y a pesar de contar con varios policías durante todo el cortejo, la penitencia de Jesús Cautivo adoleció de agentes de seguridad y orden público. El trono del Señor avanzó a doble paso, aunque con el retraso provocado por el cambio de Tejón y Rodríguez por Casapalma y Cárcer la procesión pasó más tarde de lo habitual por este enclave. Las medidas de seguridad incluidas por la Agrupación de Cofradías delimitaban las vías de acceso y evacuación.

Al paso del trono de la Virgen de l a Trinidad, el público descendió durante toda la calle, permitiendo que se pudiese circular por las aceras sin dificultad. Los hermanos de la corporación mantuvieron las filas nazarenas juntas y aumentaron el ritmo a tambor para superar este entorno sin incidencias.