Miles de fieles, turistas y curiosos siguieron ayer las procesiones por toda la provincia. Imágenes que hoy se repetirán con otros nombres y el mismo fervor religioso.

RONDA

La Semana Santa de Ronda tuvo en el día de ayer como única procesión la protagonizada por la Hermandad del Huerto, cuya salida no se puso en duda en ningún momento a pesar del nuboso aspecto que lució el cielo durante toda la jornada, y que incluso llegó a amenazar con lluvia en las horas previas al desfile.

Como cada año, esta procesión regaló al público uno de los momentos cumbres de la Pasión rondeña: el de la salida de sus dos imágenes por el pórtico de la iglesia de Santa Cecilia, que tuvo lugar minutos después de las 20:00 horas de la tarde. Y es que los pasos cuentan con escasos centímetros de margen para poder salir a la calle, lo que otorga a la operación un alto grado de complejidad, que llega a saldarse en ocasiones incluso con algún ligero roce con la piedra, como fue el caso de ayer.

Una vez superada esta dificultad, los costaleros tienen que superar otro escollo, en esta ocasión debido a la gran pendiente que hay que salvar para llegar a la calle. En el caso de la imagen de María Santísima Consuelo de las Tristezas, algunos de ellos hasta se ven obligados por unos momentos a salir de las trabajaderas y portar el peso del trono sobre los brazos.

Culminada la salida, los cientos de fieles y curiosos que se agolpaban frente al templo irrumpían en aplausos para premiar el trabajo de la agrupación, que cuenta con 400 hermanos y en cuyo desfile tomaron parte en torno a 180 nazarenos.

Como novedad más destacada, esta popular hermandad mostró por primera vez el resultado de la restauración llevada a cabo en la imagen de Nuestro Señor Orando en el Huerto, así como en el Ángel Confortador que lo acompaña.

ANTEQUERA

En Antequera era la cofradía de los Estudiantes la que continuaba con el gran inicio de la Semana Santa que marcó la salida de la Pollinica el día anterior. Como suele ser habitual, una enorme cantidad de público se congregó en la salida desde la iglesia de San Francisco.

La salida de los Estudiantes pone en la calle algunas de las imágenes más llamativas de La Pasión de la provincia, con el Cristo Verde y el Nazareno de la Sangre como principales exponentes. Ambos provocan más de un comentario de admiración entre el público que contempla su recorrido. En especial el segundo, que sorprende por ir bajo palio, algo que suele estar reservado para las imágenes de las vírgenes en la mayoría de las cofradías de Andalucía. Junto a ellos procesiona la Virgen de la Vera Cruz, que ayer estreno la talla de la base de sus varales

MARBELLA

Acompañados de casi 400 nazarenos recorrieron ayer las calles del barrio alto de Marbella el Santo Cristo Atado a la Columna acompañado de María Santísima Virgen Blanca, este año sin novedades en los tronos más allá de la elevación de la talla del Cristo para hacerla destacar respecto a la de los soldados que le acompañan.

La salida del templo, bajo la luz del atardecer en lugar de en plena noche como viene siendo habitual, volvió a dejar con el aliento contenido a los fieles que fueron testigos de la dificultad con la que los hombros de trono consiguieron sacar a los Sagrados Titulares para enfilar una engalanada calle Ancha en la que se escuchó la primera de las saetas.

Con túnicas verdes y capirotes blancos los nazarenos del Cristo realizaron su estación de penitencia acompañando la talla de Juan Carlos García Díaz sobre un trono dorado que data de 1905 y que estaba decorado con una alfombra de flores rojas y lilas.

Tras ellos las túnicas blancas de los 200 nazarenos de la Virgen Blanca marchaban junto a la imagen que salía de la ermita del Santo Cristo con el acompañamiento musical de la banda municipal para emocionar a última hora a todos los congregados en la plaza del Santo Cristo con el encuentro de los sagrados titulares. Este año ha sido el primero en el que todos los nazarenos han salido de la ermita del Santo Cristo en una procesión que ha tenido un carácter muy emotivo para la familia del concejal de Playas, Antonio Espada, mayordomo de uno de los tronos y que este año ha realizado la estación de penitencia en honor de su madre, recientemente fallecida y muy devota de la Virgen Blanca.

La estación de penitencia en el interior de la iglesia de la Encarnación, la subida con la muralla del Castillo de fondo y la entrada en la calle Atarazanas fueron los puntos más emotivos del desfile procesional del Lunes Santo en Marbella.