Fuengirola sobre un manto de claveles rojos

Con rostro noble y majestuoso y vestido con túnica blanca sobre un manto de claveles rojos, el Cautivo abría paso ayer para bendecir el barrio de Los Boliches de Fuengirola acompañado por la banda de cornetas y tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Almogía. Ya en la calle, y ante la atenta mirada de los presentes, volvía a sonar el himno nacional para anunciar la salida de Nuestra Señora de los Dolores, que lucía espléndida bajo el nuevo palio. También estrenaba manto, de color morado, realizado en los talleres de Juan Rosén. La cofradía ha querido así recuperar el color original de la Hermandad tras 13 años utilizando uno de color burdeos. Por su parte, el Cristo estrenó nueva túnica de piel de ángel, donada por una devota de la imagen. Nazarenos y hombres de trono vestían también bata de color blanco. Los de la Virgen, de color morado.

El cortejo estuvo formado por alrededor de 400 personas, entre ellos unos 120 nazarenos y otros 45 niños vestidos de faraones. Asimismo, destaca que tras los problemas de falta de portadores de los últimos años para llevar el trono de la Virgen, que permanecía a la sombra del Cautivo, gracias al trabajo realizado por la cofradía en los últimos años y la ilusión por los estrenos y la de recuperar el color morado originario de la hermandad, este año la demanda de portadores ha crecido exponencialmente, llegando a completar la mitad de las plazas del trono en la primera semana.

No sería hasta el final de la noche cuando, según estaba previsto, se produciría uno de los momentos más emotivos, el encuentro de los titulares en la parroquia de la Virgen del Carmen y Santa Fe de Los Boliches, su sede canónica, donde se concentraron decenas de personas para contemplar la estampa.