Han tenido que pasar casi tres años para que en las calles de Málaga se volviesen a entremezclar los olores a cera quemada, incienso y azahar. Tres largos años de espera e incertidumbre que llegaron a su fin hace siete días con la entrada de Jesús a Jerusalén y que hoy volvía a iniciar una nueva cuenta atrás hacia la próxima Semana Santa con el Santísimo Cristo Resucitado.

"No busquéis entre los muertos al que vive”. En la mañana del Domingo de Resurrección, Jesús resucitó en San Julián. Lo hizo a las diez en punto de la mañana, recibido en una calle Nosquera con cierta afluencia, aunque nada comparable a los días previos de esta Semana Mayor. 

Los nazarenos de la sección del Señor, abren las puertas de la iglesia de San Julián

A los sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos, la cruz guía de la Agrupación de Cofradías, escoltada por dos nuevos faroles diseñados por Salvador De los Reyes, abría un policromático cortejo de nazarenos conformado por las hermandades del Domingo de Ramos, Lunes y Martes Santo. 

En un domingo espléndido en lo climatológico, llegando incluso a ser sofocante conforme avanzaban las horas, el pequeño tramo de velas de la sección del Señor dieron más luz si cabe a las calles del centro histórico por las que procesionó el titular. A una corta distancia le seguirían y acompañarían los máximos representantes de las 41 hermandades agrupadas de nuestra Semana Santa, portando cada uno de ellos el bastón identificativo de su corporación.

Apenas media hora después de la salida del primer nazareno, los varales del reluciente trono del Santísimo Cristo Resucitado comenzaban a salir lentamente por el dintel de la iglesia de San Julián en completo silencio, y que solo fue quebrantado con los sones del himno nacional.

El Santísimo Cristo Resucitado saliendo del interior de la iglesia de San Julián

Los portadores del trono comenzaron así la maniobra para encarar calle Nosquera mientras la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Carmen entonaba las primeras notas musicales de la marcha 'Vida Eterna', dedicada al titular cristífero de la Agrupación de Cofradías y que ya estrenó el pasado mes de octubre en la procesión magna 'Camino de la Gloria'.

Tras el paso del Señor, comenzarían a inundar las aceras los nazarenos de las hermandades del Miércoles, Jueves y Viernes Santo, que abrían el paso de María Santísima Reina de los Cielos, y que también contaría con una pequeña representación de penitentes de luz pertenecientes a su sección.

Nazarenos de las corporaciones del Miércoles, Jueves y Viernes Santo

"Oído. Sin mecer. Arrastrando poco a poco. Los varales A y F fuera". Las órdenes de los capataces del trono eran lo único que se escuchaba en el entorno de San Julián, cuando paulatinamente y a paso sosegado el palio de la titular mariana comenzó a dejarse ver por el dintel de las puertas del templo, que esta mañana amanecía decorado con bellos exornos florales en ambos laterales. 

La Banda de Música de La Paz fue la encargada de acompañar durante toda la mañana a la Reina de los Cielos, con una cruceta puramente alegre para esta jornada de Domingo de Resurrección y que ayudó, junto a la labor de los portadores, a que la titular marchase y luciera a buen paso durante todo su recorrido.

Con casi cerca de una hora de cortejo, el Santísimo Cristo Resucitado y María Santísima Reina de los Cielos entraban de manera puntual a la Tribuna Oficial, que como viene siendo costumbre en esta jornada, dejaba a la vista muchos asientos sin ocupar, algo que también se ha repetido a lo largo del recorrido oficial.

María Santísima Reina de los Cielos, radiante en la mañana del Domingo de Resurrección

Los Sagrados Titulares continuaron su itinerario establecido, transitando por la Plaza del Obispo, donde tuvo lugar un pequeño acto presidido por el Obispo Jesús Catalá, y discurriendo a su vez por nuevos enclaves que hasta entonces no habían transitado, como fue el caso del entorno de Echegaray. Desde allí encararon las últimas calles camino a su encierro en la iglesia de San Julián, que tuvo lugar entre aplausos pasadas las 15:00.

De esta forma finalizaba una Semana Santa esperada, y de la que tal vez alguno esperaba mucho más. Ahora tocará analizar lo que se ha hecho bien, todo aquello que aún queda por pulir y, sobre todo, seguir trabajando en unión de cara a la próxima Semana Santa que, si nada lo impide, volverá a vivirse en la calle a partir del 2 de abril. La cuenta regresiva hacia un nuevo Domingo de Ramos ya ha comenzado.