Historias del nazareno

Jueves Santo en plena vorágine

Legionarios durante el traslado del Cristo de la Buena Muerte en 2019.

Legionarios durante el traslado del Cristo de la Buena Muerte en 2019. / Javier Albiñana

Jueves Santo, día cumbre e histórico para Málaga y sus “semanasanteros”. Utilizo la palabra vorágine refiriéndome a su segunda acepción: mezcla de sentimientos muy intensos que se manifiestan de forma desenfrenada. Y sí, he cambiado el término cofrade por “semanasantero”, no lo utilizo como ningún adjetivo calificativo despreciativo, sino como reflejo de las calles de nuestra ciudad en un día como este.

Un total de ocho cofradías conforman el Jueves Santo en Málaga, catorce tronos y miles de penitentes con una fe muy arraigada a sus Titulares ya sea por solera, tradición o sentimiento. El día comienza con el desembarco de la legión en el muelle 2 del puerto de Málaga y los tradicionales “viva la legión” del pueblo malagueño. Un poco más tarde, a las 12:00 horas de la mañana, la Plaza de Fray Alonso de Santo Tomás ya estaría repleta de cofrades, autoridades, políticos y mandos militares para efectuar el traslado del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas ante los ojos de Nuestra Señora de la Soledad Coronada.

Poco después, en la otra punta del eje centro de Málaga, San Felipe se engalana de seriedad, Nuestra Señora de los Dolores en su Amparo y Misericordia sabe guiar con rectitud a sus penitentes y dar ejemplo de pulcritud a la par de delicadeza.

Con sumo respeto a su hábito nazareno la cofradía de Viñeros encara calle Cisneros, mientras que la Hermandad de la Cena pone su cruz guía por el pasillo de Santa Isabel. Una marea morada y roja inunda calle Mármoles y el barrio el Perchel espera ya su chiquito.

Pero Málaga sigue esperando, Málaga sigue totalmente ausente, sigue aguardando la llegada de quienes realmente hacen grande nuestra Semana Santa, de quienes producen algarabía en forma de devoción; la pura esencia del Jueves Santo: los legionarios. Y termino con punto y final, puesto que no hay ningún signo de puntuación que indique ironía.

Es cierto que a cada instante huele un poquito más a romero, la ciudad va iluminándose de un color verde. La reina de Málaga, coronada por su pueblo, permanece reluciente en su Casa Hermandad a la espera de bendecir un año más a sus archicofrades de la Esperanza.

La Soledad de Mena como tradicionalmente se dice no va sola, nunca lo irá. Ahora sí, los cofrades estamos con ella, bajo la mirada más tierna de una madre, bajo la advocación más afectuosa de una Señora, bajo usted, Soledad.

El Nazareno del Paso ya nos ha bendecido, este año desde su templo, pero nos ha bendecido. Nos ha dado la suficiente fuerza y coraje para levantar el ánimo, la suficiente generosidad para acabar juntos con esto y la suficiente fe para soñar con un Jueves Santo 2021.

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