"Málaga es actualmente la capital andaluza en bordados"

-¿cómo llega a la hermandad de las Penas?

-Soy hermano desde que nací. Mis padres llevaban ya casi 20 años en la cofradía y nací en Semana Santa. El mismo Martes Santo me hicieron hermano.

-¿San Julián es el lugar donde crece como cofrade. ¿Qué recuerdos tiene de la anterior sede canónica de las Penas?

-Muchos recuerdos, sentimientos, anhelos… De pequeño recuerdo esos domingos de limpieza en Cuaresma dando brillo a una barra de palio o a la candelería con tres años. También los montajes de cultos ayudando a mi padre, montando los tronos, los repartos, las comidas de hermandad… Prácticamente vivía allí en Cuaresma y cada vez que había un acto de la Cofradía.

-¿Qué supone para usted salir el Martes Santo en la hermandad de las Penas?

-Primero un orgullo porque tanto el Cristo de la Agonía como la Virgen de las Penas son lo más importante y, además, la cofradía tiene uno de los estilos que más me gusta, con lo que me llena también de mucha espiritualidad.

-Como portador, ¿qué se vive debajo del trono de la Virgen de las Penas?

-Muchísimo sentimiento porque sabes que quien está arriba es lo más importante y tienes que darlo todo. Tienes que sufrir por tal de que salga todo bien para llevar a la Reina como se merece. Vivencias he tenido muchísimas, salir bajo la Virgen es un cúmulo de sensaciones: la marcha, el sitio, por suerte poder compartir puesto en el varal con mi padre… Es un compendio de cosas que hacen que todo sea satisfactorio en la salida procesional.

-La Virgen de las Penas incluirá este año en su cruceta musical obras de otro corte distinto al habitual. ¿Qué opinión le merece?

-No es que cambie del todo. Por tema de horarios e itinerarios debemos pasar en muy poco tiempo por plaza de Uncibay, entonces el estilo va a ser igual, repite casi todas las marchas del año pasado aunque prescindiendo algunas de corte clásico.

Sólo se incorpora Candelaria, de Marvizón, que es un poco más alegre para poder avanzar y mejorar el ritmo. Las marchas clásicas hacen que lleves un paso más lento, te recrees más y en esta circunstancia no se puede.

-Hablando de recorrido, ¿cree que el actual itinerario de las Penas es el suyo?

-Es el que ha tenido toda la vida. Personalmente el del año pasado me gustó por la estética, el paso por el entorno de la Catedral y volver por calle Nueva hasta Pozos Dulces pero no creo que fuera necesario que una Hermandad de centro estuviese más de siete horas en la calle. El actual es el que ha hecho siempre, siguiendo por Nueva y San Agustín. Pasa por su feligresía pero la vuelta por Carretería es un poco más desangelada.

-¿Manto de flores o manto bordado?

-Bordado. Como la Cofradía es un conjunto, además de los tronos, las Imágenes, el palio, la candelería… la Virgen se merece un manto bordado en conjunción con lo que tiene. Entiendo que es una tradición, pero las cosas cambian y creo que la Virgen de las Penas merece tenerlo. No digo que cada determinado tiempo no se le ponga uno de flores para rememorar lo que ha llevado todos los años, pero que tenga una pieza bordada.

-Como historiador del arte, ¿cómo ve la Semana Santa de Málaga?

-Se ha mejorado muchísimo, completando lo que faltaba y mejorando lo que había. Por ejemplo, el trono de la Soledad del Sepulcro o el manto de Dolores Coronada cuando se restauró. En el panorama escultórico se ha mejorado muchísimo. Creo que Málaga ahora mismo es en bordados la capital de Andalucía.

-Ya que hablamos de bordados, ¿hay futuro en la ciudad?

-Creo que sí. Ahora vienen tres palios: Amor, Paz y Gracia y Esperanza. Se han presentado las dalmáticas de Expiración hechas por Felicitación Gaviero, unas piezas importantes. El palio de la Concepción se tiene que terminar, igual que el de Amparo.

-¿Qué le desea al Martes Santo?

-Que todo transcurra con normalidad, que los hermanos de las Penas podamos hacer que sea una estación de penitencia digna y que podamos disfrutarlo en la calle con buen tiempo.