La noche del Jueves Santo es la noche en la que las blancas calles de Mijas Pueblo se tiñen de morado con la procesión del Cristo Nazareno y la Virgen de los Dolores. El morado es el color de la túnica del Cristo, que carga con la Cruz, y que también lleva detalles bordados en oro, así como también es el color de las túnicas de los nazarenos que lo acompañan en la sección. De negro lo harían los nazarenos que acompañan a la Dolorosa, talla de Manuel Vergara, en señal de duelo.

Uno de los momentos más esperados en la localidad es siempre la Cuesta de la Villa por la dificultad que supone el paso de los tronos por este punto. Sin embargo, en la noche del Jueves Santo, son muchos los que toman sitio en el encierro de las imágenes, cuando el Dulce Nombre de Jesús Nazareno bendice al pueblo de Mijas con su brazo articulado.