Semana Santa

Misa de palmas de Pollinica: La bendita palma de la ilusión

Colas a las puertas de la iglesia de San Agustín para la misa de palmas.

Colas a las puertas de la iglesia de San Agustín para la misa de palmas. / Álvaro Cabrera (Málaga)

Sonaba 'Entrando en Jerusalén' y 'María Santísima del Amparo' en el interior de la iglesia de San Agustín. Una larga hilera de fieles aguardaba a las puertas del templo para acudir a la inauguración de esta Semana Santa tan peculiar con la cofradía de Pollinica. La ciudad sabía que no era una celebración al uso. Esas palmas que cada año portan los niños hebreos cobraron más significado que nunca en la mañana de la ilusión.

Fiel con una palma espera para acceder al templo. Fiel con una palma espera para acceder al templo.

Fiel con una palma espera para acceder al templo. / Álvaro Cabrera (Málaga)

El templo no pudo acoger a todas las personas que esperaban para poder escuchar la palabra por las restricciones de aforo y medidas de seguridad impuestas para prevenir el contagio del coronavirus. A las 9:54 de este Domingo de Ramos comenzaron los cánticos y rezos en presencia de los fieles. Algunos pudieron tomar asiento y otros estuvieron en los laterales de la nave central de forma ordenada cumpliendo con la separación interpersonal.

Málaga supo comportarse, y en la mañana en la que los vítores, la algarabía y los aplausos debían inundar las calles del centro histórico, Málaga rezó y oró en silencio. Muchos no pudieron evitar acercarse al altar exornado con palmas instalado por la corporación en la que se ubicaron excelsos Nuestro Padre Jesús a su Entrada en Jerusalén, María Santísima del Amparo y San Juan Evangelista. El Señor, ataviado con túnica bordada y mantolín verde, presidía el altar, y a su derecha, la Virgen del Amparo resplandecía bella tras la intervención ejecutada por Antonio Bernal Redondo.

Altar de la cofradía de Pollinica en la iglesia de San Agustín. Altar de la cofradía de Pollinica en la iglesia de San Agustín.

Altar de la cofradía de Pollinica en la iglesia de San Agustín. / Álvaro Cabrera (Málaga)

La ceremonia la ofició Fray Justo Díaz Villarreal, que aprovechó las peticiones de la misa para rogar por la cofradía de Pollinica; su hermano mayor, Juan José Granados, y todos los malagueños. “Imitemos a cristo espiritualmente y vivamos esta Semana Santa desde la intimidad”, indicó Díaz. Con esta eucaristía, la bendita palma de la ilusión quedó bendecida, y con ella arranca una Semana Santa de encuentro y de oración.

Y entonces ocurrió, desde la iglesia de San Agustín se entonó el 'Pescador de hombres' más sincero. Esa melodía que acompasa a cientos de corazones, que mecen cada año a su Señor, hoy se cantó mirando a los ojos del Señor. Las lágrimas de una joven, que escuchaba misa en una esquina de la iglesia, estremecieron a sus hermanos que la miraban con un gesto cómplice que le sirvieron de amparo.

El obispo Jesús Catalá también quiso dedicar unas palabras. "Invito a que en este día cantemos al Señor, porque viene a salvarnos de la miseria y de la pandemia. Os animo a tener este pensamiento durante el día de hoy. Os deseo un feliz Domingo de Ramos y fecunda Semana Santa", indicó Catalá.

Los nazarenos morados y verdes estuvieron presentes en la mañana del Domingo de Ramos en ese brillo que emanaba de las miradas de los jóvenes que anhelan volver a preceder a Jesús a su entrada en Jerusalén y María Santísima del Amparo caminando por la calle Carretería a paso pollinico. Todos vistieron sus mejores galas, la ciudad está preparada para ser un auténtico río de fe y devoción en los próximos días.

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