Las papeletas incorrectas, una mesa electoral mal presidida y unos candidatos divorciados han sido las tres claves para que el Obispado de Málaga haya suspendido las elecciones de la cofradía del Rescate. Joaquín González, hermano mayor en funciones de la cofradía afectada, lo explica así: “Lo que más ha trascendido es el tema del divorcio y de haberse casado por lo civil, pero la realidad es que se habían dado más errores en el proceso que no validaban el resultado obtenido”, declara haciendo especial alusión a que había hasta tres fallos en las papeletas utilizadas para las votaciones y que eso “ya no era la candidatura que en un principio había aceptado”.

Tras tres ocasiones en las que el Obispado ha cambiado de parecer ha terminado decidiendo dar por nulo el proceso por el que resultaba electo Antonio Sastre, con 229 votos, frente a Luis Bustos, con 207. Desde la institución eclesiástica alegan que “solo se rigen por los principios y designios de la Iglesia”, y en lo que concierne a divorciados vueltos a casar se remiten a las Normas diocesanas para la organización y actividad de las Hermandades Cofradías, que recoge en el artículo 17 la normativa vigente a través de la siguiente afirmación:

“Queda impedido para ejercer el cargo de Hermano Mayor aquella persona que incumpla las normas mínimas exigibles de disciplina, doctrina, moral y magisterio de la Iglesia que de lugar a encontrarse en una situación personal no adecuada con las directrices de la Iglesia. En caso de que sobrevenga dicha situación, siempre que sea buscada, pretendida o consentida por dicho Hermano Mayor durante el ejercicio de su mandato, este quedara automáticamente impedido para dicho ejercicio”.

El problema principal ha sido que una vez celebradas las elecciones, Luis Bustos y su equipo aseguraron que en la candidatura de Antonio Sastre había dos divorciados, un elemento desconocido hasta el momento pero que fue corroborado por los implicados. Desde la cofradía del Rescate, el hermano mayor en funciones explica que siempre “se pueden buscar otros cargos o mandos dentro de la hermandad que pueda ocupar las personas afectadas” y añade que “es una pena que se haya echado atrás un proceso que ha tomado tantos meses de preparación”.

Finalmente, el acuerdo al que han llegado con el Obispado decreta la nulidad de las votaciones, así como del Cabildo General de elecciones del pasado 2 de noviembre, se deben sustituir los decretos y dejar sin efecto los Decretos del Vicario General de la Diócesis de Málaga fechados a 14 y 22 de diciembre. Además, también especifica que debe designarse una nueva Comisión Electoras cuyos miembros no sean los mismos que la anterior de cara a las próximas elecciones de la cofradía, que se celebrarán pasada la Semana Santa.