Semana Santa

El Sábado de Pasión se queda en silencio con el paso del Mutilado

El Santísimo Cristo de la Clemencia al salir de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.

El Santísimo Cristo de la Clemencia al salir de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. / Paula Tejada

En este Sábado de Pasión los protagonistas han sido las emociones a flor de piel de los malagueños. Las procesiones han sido las protagonistas no solo del Centro de la ciudad, sino de diferentes barrios de la capital. En esta ocasión, una de las protagonistas de la jornada ha sido la Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de la Clemencia y Santa María Madre de la Divina Providencia (Mutilado).

Pasadas las 17:30 la plaza de San Ignacio Loyola ya estaba repleta de personas esperando a que las puertas de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús se abrieran para que tuviera lugar esta procesión. Los monaguillos ya se habían colocado y desde fuera se empezaban a escuchar los primeros toques de campana que alertaban a los hombres de trono de que la hora de salir se acercaba. A las 18:00 h las puertas se abrieron y los nazarenos de esta hermandad comenzaron a salir uno tras otro portando por primera vez sus nuevas túnicas negras, con una capa de color crema con el escudo de la corporación.

Minutos más tarde el toque de campana hizo el silencio en toda la plaza a la vez que se alzaban los  teléfonos de todos aquellos que querían inmortalizar este momento. Los hombres de tronos de los varales exteriores salieron al exterior para que el resto de portadores terminara de sacar por la gran puerta de esta edificación al Santísimo Cristo de la Clemencia.

Así fue como el trono del Cristo de seis varales en forma de flecha de los años 40 salió a la calle, con la música de la Banda de Cornetas y Tambores del Paso y Esperanza. Cumpliendo su estación de penitencia, sobre las 20:00 pasó por la Catedral de Málaga y a las 21:00 llegaba a Méndez Núñez, donde la talla del siglo XVII, atribuida al imaginero malagueño barroco Jerónimo Gómez dejó al público sorprendido y, de nuevo, en silencio.

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