Entre bambalinas

La semilla de la ilusión

  • La Agrupación de Cofradías desvela su mayor secreto y ya se conocen las imágenes que participarán en los actos más esperados por el Centenario

Nuestro Padre Jesús a su Entrada en Jerusalén.

Nuestro Padre Jesús a su Entrada en Jerusalén. / LM Gómez Pozo (Málaga)

25 de septiembre. Andalucía ha marcado en rojo esta fecha en el calendario. Qué lejos queda aquel 29 de febrero de 2020, esa noche de Cuaresma en la que el Santísimo Cristo Yacente de la Paz y Unidad abandonó el Santuario de Santa María de la Victoria para subir al Calvario en un Vía Crucis de antorchas. Qué ilusos éramos, sin saber que al completar su recorrido, el ruido al cerrar las puertas retumbaría por todo el mundo. Fue el último culto externo de una era por las calles de Málaga.

Qué lejos queda aquel 19 de julio en el que el estandarte de Nuestra Señora del Carmen Coronada hizo lo imposible por salir al mar Mediterráneo y bendecir a su ciudad. Pero la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa de Málaga apuesta por la ilusión y por la valentía. La centenaria entidad cofrade está dispuesta a seguir escribiendo su historia, un relato que sin lugar a dudas es valiente.

El pasado lunes, la comisión del Centenario de la entidad cofrade anunció las imágenes que participarán en la procesión magna ‘Camino de la Gloria’, en la veneración ‘El verbo encarnado’ de la Santa Iglesia Catedral y en el Vía Crucis extraordinario de la próxima Cuaresma. Una noticia que despertó a unos cofrades que esperaban ya con ansias su momento de gloria. La Agrupación de Cofradías supo hacerlo, y muy bien además.

Sí, después de la festividad de los Dolores Gloriosos, la Catedral acogerá a las grandes devociones de los barrios. Cautivo, Rocío, Misericordia, Amargura, Amor, Piedad, Redentor, el Nazareno de Viñeros, Amor y Dolores, Piedad, Puente del Cedrón y Agonía compartirán el mismo techo. Sí, el 25 de septiembre Málaga se echará a la calle, y lo hará con sus devociones, con su música, con sus familias, con su ilusión y con todo su esplendor. Sí, la ciudad podrá rezar ante Jesús, el Nazareno, en una Cuaresma que se prevé más intensa aún si cabe. Todo ello si los cabildos de hermanos de las corporaciones así lo refrendan. Sí, Málaga sueña, y lo hace muy alto, pero es que Málaga no merece menos.

Ahora queda mucho trabajo, la semilla de la ilusión ya está ahí y debe germinar. Nunca el verano se presentó con tanto ajetreo en las casas de hermandad y sedes de las cofradías. Bendita actividad. Ahora los aspectos más delicados no se centran en los cultos externos, sino más bien en la veneración en las naves catedralicias. Esto supondrá que las devociones estarán fuera de sus sedes durante más de un mes, y algunas corporaciones tienen establecidos algunos de sus cultos importantes durante esa fecha. Otras tampoco están dispuestas, a priori, a trasladar de forma privada a sus sagrados titulares. Ahora es tiempo de matizar y de ajustar, y ojalá se haga desde la ilusión y el entusiasmo y no desde la crispación.

Las cofradías siguen ahí, nunca se fueron. Llega el momento de hacerlas partícipes de forma activa en el Centenario de la Agrupación de Cofradías. Culmina hoy una semana en la que se ha visto un rayito de esa luz tan necesaria. Pasados los meses, estos actos se harán o se aplazarán, todo dependerá de la evolución del maldito virus y de las vacunas. Pero lo que está claro es que Málaga no se entendería sin sus hermandades. Es momento de caminar todos juntos hacia la gloria.

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