Semana Santa

'Villarriba' y 'Villabajo'

  • Las siete hermandades y Servitas pudiern salir tras, mejorar el tiempo y llenaron de luto las de la ciudad

Las procesiones del Viernes Santo dejaron patente qué hermandades siguen una línea ascendente y cuáles están en caída. Otras hicieron borrón y cuenta nueva. La vuelta sigue siendo asignatura pendiente para algunas, como Soledad de San Pablo y Santo Sepulcro. Aún así, la mejoría del tiempo permitió que las siete cofradías y Servitas recorrieran las calles de la ciudad. La mañana se presentó lluviosa, pero los partes meteorológicos anunciaron una mejoría sobre las 18:00. Y lo clavaron de nuevo.

dolores de san juan

La Archicofradía es de las pocas de la jornada que se mantiene en un nivel alto cada vez que sale a la calle a hacer estación de penitencia. Lo demuestra su carisma y lo que transmite. Algo que lo pueden percibir hasta los padres de esos niños que le piden cera a los nazarenos. La corporación de San Juan decidió retrasar media hora su salida debido al riesgo de lluvia. Una vez más, los partes meteorológicos fueron acertados ya que pronosticaron buen tiempo a partir de las 18:00, hora en la que se puso la hermandad en la calle.

La sobriedad es la marca de la casa, al igual que el silencio que, como siempre, se escribe en mayúsculas. Lo demuestra su cortejo. Los novatos aprenden al instante cómo es esta cofradía. Los nazarenos presentan su vela al cuadril cuando andan y la ponen en el suelo al parar. Todos van con su pareja y saben cuándo tienen que arrancar. Bajo los varales nadie pega una voz, excepto el capataz, el único autorizado. El resultado, ya se sabe. Una comitiva ordenada y unos tronos bien llevados, acompañados por sus capillas musicales que explican que Cristo ha muerto.

Sobre las 21:00, la corporación entró en la Catedral. Todos los nazarenos hicieron la genuflexión al pasar delante del Santísimo. Sobre las 00:00, la cofradía ya se metió en el interior de la iglesia de San Juan.

descendimiento

Sobre las 17:30, el cortejo del Sagrado Descendimiento comenzó a andar. La principal novedad fue ver el trono del Señor bajo los sones de agrupación musical. La apuesta fue arriesgada cuanto menos. Más que nada porque a los portadores le costó acompasar el paso a la música. Y le costó porque el primer contacto de trono y banda prácticamente se produjo el mismo Viernes Santo.

La hermandad sigue sin definir claramente su personalidad. ¿Es de silencio? Porque a veces no lo parece. De todas formas hay que decir que el repertorio de la agrupación musical Vera+Cruz de Campillos fue de lo más cuidado, con marchas de corte fúnebre y seria. La más alegre, quizá Reo de Muerte, que se tocó un par de veces, entre ellas en el Paseo del Parque.

En ocasiones se observó un ritmo demasiado lento para los portadores, algo que se arregló con un poco de más rapidez. También se eliminaron algunas marchas previstas. Podrá gustar o no gustar esta unión ya que por un lado, no es propio agrupación con hermandad de silencio. Pero lo que está claro es que es posible un repertorio acorde al momento de descender al Señor de la cruz. Fue innovador y se consiguió con cotas de calidad en algunos instantes. Sí que hubo momentos en el que el trono fue bien llevado al compás de la música. Y si apostar por una agrupación ayuda a llenar los varales a una hermandad que le cuesta, bienvenido sea.

Algunas de las marchas que sonaron fueron Stabat Mater Dolorosa, en la calle Larios y en el encierro; Perdón, en la salida; La muerte de Aase, la marcha fúnebre de Purcell, que son dos piezas de banda de música adaptadas a agrupación; Sangre en tus clavos, en la curva de la calle Martínez con Puerta del Mar y en la esquina de la calle Santa María con Molina Lario. La entrada en la Catedral se hizo con Siete Dolores.

Por su parte, la Virgen de las Angustias fue bien exornada y vestida. Lo único que choca es su repertorio musical, con marchas serias y alegres, algunas difíciles de digerir. Con Hosanna in Excelsis (Ó. Navarro) el trono recorrió Sancha de Lara y la llegada al Hospital Noble. La Virgen de las Angustias entró a la Catedral con Nuestro Padre Jesús (E. Cebrián) y salió de la plaza del Obispo con Callejuela de la O (Paco Lola). En el encierro sonó Paz Eterna (Texidor Tico). Alrededor de la 1:15, ambos titulares llegaron a su tinglao. Como curiosidad, esta hermandad solicitó tres veces la venia: al pasar por la puerta del Ayuntamiento, en el recorrido oficial y para entrar en la Catedral. En las tres, el sí fue la respuesta.

monte calvario

La Cofradía del Monte Calvario crece cada año tras ver su procesión. Y lo hace porque tiene a un grupo muy numeroso que trabaja constantemente. Basta con ver los cultos que han montado durante toda la Cuaresma. A todo esto, la juventud del Calvario es de las más responsables con su cofradía.

La hermandad descendió al Cristo Yacente de la Paz y Unidad desde su capilla, en el Monte Calvario, hasta la Basílica de la Victoria cubierto por un plástico debido a la lluvia que caía en ese momento. Sobre las 17:30, la hermandad inició su estación de penitencia con un cortejo serio y bien ajustado. El Cristo Yacente de la Paz y Unidad se ubicó en el centro del trono, echado sobre la Virgen del Fe y Consuelo, bien ataviada. La Virgen del Monte Calvario estrenó el bordado de la bambalina delantera lo que le da más armonía al conjunto. En cuanto al exorno floral la Dolorosa lució piñas cónicas de rosas rosas.

La banda de alumnos de Conservatorio de Málaga que acompañó al Cristo toco a gran nivel, con un repertorio cuidado. En el recorrido oficial sonaron Benigne Fac Domine (Eduardo Ocón), Ione (Petrella) y Marcha Fúnebre de Sors. En Echegaray, Pobre Carmen (Eduardo López); en Granada, Getsemaní (R. Dorado) y La Madrugá (Abel Moreno)en la curva de la plaza de la Merced con la calle Victoria. Después La Quinta Angustia (Francisco Grau) y Cristo de la Agonía (A. Moreno). La Virgen llegó a la plaza de la Victoria con Hossana in Excelsis. Ambos tronos se encerraron de frente al templo, como hace la cofradía.

soledad de san pablo

De más a menos. Así se puede resumir el transitar de la hermandad ayer. Comenzó bien, con su estampa y sonidos clásicos. Pero la vuelta fue esperpéntica. El Señor sigue sin verse lo suficiente en el misterio, que le resta protagonismo. A pesar de que la imagen fue adelantada y María Magdalena retrasada, queda patente que sobran tallas. Demasiado comprimido.

La vuelta por la calle Trinidad fue dura. El cortejo iba unido, pero es adentrarse por la citada vía y parece que se disuelve la procesión. Nazarenos descapirotados, los menos pero llamativos, las velas llegan consumidas y el tamaño es ridículo y el ambiente, de todo menos de Viernes Santo. Eso no quiere decir que todo sea silencio absoluto ya que esta hermandad tiene un carácter algo alegre -aunque no corresponda con la jornada-. Pero a veces es excesivo el ruido que forma. El encierro fue algo impropio. Ver levantar a pulso a ambos titulares le resta. Previamente, el hermano mayor, Ricardo Delgado, se dirigió a los portadores para darle las gracias y comunicarles que éste era el último año de la junta de gobierno. Tras esto vinieron los pulsos. Otro toque merece la estética de ambos tronos. La luz artificial, de por sí, le quita belleza a las imágenes, además de tener mucha intensidad. Igualmente, la cruz arbórea no es la más propia para escoltar a la Soledad de San Pablo. Y no lo es porque le resta personalidad. La señal octogonal era santo y seña.

amor

La Cofradía del Amor pudo resarcirse a lo grande después de haberse quedado en casa el año pasado a causa de la lluvia. La hermandad victoriana salió a la calle espléndida y dejó una buena estela allá por donde pasó. El Cristo realizó se estación de penitencia muy favorecido con ese risco con flores silvestres al igual que con el acompañamiento musical. La banda de música de Las Flores, que este año celebra su 25 aniversario, mostró un buen nivel, lo que reforzó la buena cruceta musical que acompañó a la imagen. Prueba de esto fue la interpretación de Cristo del Amor (Francisco Javier Moreno) a su paso por la Tribuna Principal o cuando sonó Mektub (Mariano San Miguel) al inicio de la subida por la Cruz Verde.

En cuanto a la Virgen de la Caridad llevó un exorno muy cuidado a base de rosas de color champán. En homenaje a la Fundación Corinto, la Dolorosa lució a sus pies un lazo de este color. En cuanto a la música, la imagen fue acompañada por la banda de música de la Expiración que interpretó el Ubi Charitas al paso de la Virgen por la plaza de la Constitución. Los tronos, en general, fueron bien llevados. En el tramo final, los portadores de la Virgen veían sufriendo. El trono del Señor sí mantuvo bien el tipo hasta que llegó a su barrio.

piedad

El imponente grupo escultórico de la Piedad es una luz en medio de un tenebrismo de un cortejo que no luce a la altura de las imágenes a las que acompañan. Pocos nazarenos y muy poco compactos hacen que la procesión no luzca con demasiado empaque. Es cierto que es raro ver a la Piedad sin llevar el paso con buen ritmo. En cuanto al exorno floral, el grupo escultórico de Palma Burgos lució su tradicional monte de lirios morados combinado con un friso de flores en tonos rosáceos que no aportaba y que encima le restaban prestancia al exorno. Aunque sigan siendo de parafina, es de agradecer que los hachones fueran de color oscuro y no blancos como el año pasado que deslucían aún más.

Santo sepulcro

Es la cofradía establecida como la oficial de la ciudad y entre tanto protocolo se disipa la compostura en lo estrictamente cofrade. Lo del cortejo de nazarenos de la Hermandad del Santo Sepulcro es un caso digno de análisis. Terciopelo negro riguroso y acompañando a Jesús sepultado. En definitiva son los acompañantes en un entierro y parece todo lo contrario. Aparte de los poquitos nazarenos que lleva, tanto la compostura como el orden brillan por su ausencia por no decir la cantidad de nazarenos que durante horas antes recorren la ciudad con su túnica puesta. Tanto afán por lucir el terciopelo contrasta con el hecho de que muchos de ellos abandonen el cortejo antes de que la procesión finalice, dejando las imágenes con la mitad del arrope. También hay que mencionar que es incomprensible que siendo el recorrido de la hermandad no demasiado largo, los cirios se quedan ridículos mucho antes de culminar.

A pesar de todo, los tronos fueron muy bien llevados. La Virgen de la Soledad del Santo Sepulcro manaba luz a su paso gracias a que el poco viento permitió que la candelería estuviera encendida gran parte de su recorrido. En el apartado musical Chopin siempre es el encargado de crear un ambiente inigualable a nada con su Marcha Fúnebre que hasta cierto punto reconforta. Tan de moda que están las crucetas musicales, en el Sepulcro no hay ese problema. Sólo una marcha, pero es perfecta en su forma y en su única presencia. Un detalle fue que el obispo de la diócesis, Jesús Catalá, desfiló revestido tras el trono y no delante. Tanto él como el delegado de Hermandades, Francisco Aranda, que acompañó al prelado, vistieron de color púrpura, el color litúrgico del luto.

servitas

El rezo de la Corona Dolorosa es lo único que se atreve a sonar al paso de la Virgen de los Dolores de Servitas. Es cierto que en varios sitios puntuales, a algunas personas del público se les olvidó la procesión que tenían delante, el sentido que tiene y que sin haber ninguna regla escrita que lo exija, siempre debe primar el respeto y éste manda. Allí lo más sonoro, más allá de las voces orantes, es el tambor ronco de Bomberos. El recorrido de esta talla de Fernando Ortiz dejó estampas imborrables como su paso por la calle Especerías o Nueva donde la oscuridad fue absoluta. Su paso por el recorrido oficial fue fiel a ese contraste entre la sencillez del procesionar de la Orden Tercera y la amplitud de las vías por donde discurre. También fue un año de recuerdo ya que era el primero sin la figura de Rafael Pérez-Cea, que durante años fue prior de esta orden.

El buen tiempo, a pesar del intenso frío, desapareció en el tramo final de su recorrido para dejar paso a una fina lluvia que hizo que el cortejo se acelerara y aumentara su ritmo para encarar de nuevo la calle Guerrero. Ya en el interior del templo, el rezo de La Salve puso el punto y final a una procesión sobria pero rica en sentido.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios