El obispado levantó el miércoles la prohibición de realizar culto público externo en Málaga. La Agrupación de Cofradías continúa preparando la procesión magna junto a la veneración ‘El verbo encarnado’ en la Catedral y el congreso internacional de hermandades y cofradías. Pablo Atencia, presidente de la centenaria institución da algunas claves sobre estos asuntos.

–¿Cómo han recibido desde la Agrupación el nuevo decreto del obispado?

–Lo hemos recibido con alegría. Todos estábamos viendo desde mediados de agosto que la situación iba a mejor y la incidencia bajaba de forma progresiva. La vacunación ya va por encima del 80% de la población diana y con las conversaciones que tenemos con el obispado veíamos que lo suyo era que fuésemos de menos a más. De hecho, con el decreto en vigor ya se autorizaron traslados como el de la Victoria o el de las imágenes participantes en ‘El verbo encarnado’. Cuando la Junta de Andalucía decretó el nivel bajo ya el obispado tenía claro que era el siguiente paso.

–¿Está todo preparado para los traslados de las sagradas imágenes participantes en ‘El verbo encarnado’?

–Todo listo. Tenemos mucha ilusión. Las 13 imágenes irán desde sus respectivas sedes canónicas a la Catedral, y el día 21 se inaugura la exposición. Los traslados serán en andas, siguiendo las recomendaciones que nos han marcado tanto desde las fuerzas de orden público como desde la consejería de salud con el permiso del obispado. Se van a tomar las medidas que nos han pasado y creemos que el público cofrade malagueño, al igual que ocurrió en el traslado de la Victoria, se sabrá comportar, manteniendo las distancias y teniendo las mascarillas en todo momento.

–¿Cómo definiría lo que será ‘El verbo encarnado’?

–El malagueño va a poder entrar a la visita turística habitual de la Catedral de forma gratuita y venerar y rezarle a las 13 imágenes. Van a estar en unas peanas con dibujos de artistas contemporáneos malagueños y se va a crear un espacio expositivo e intimista. Todo contará con una iluminación especial para disfrutar de las imágenes y favorecer la oración.

–¿Supone el escrito del obispado que se podrá materializar la magna el 30 de octubre?

–Correcto. Nosotros teníamos fijado para el 25 de septiembre la fecha inicial. Es verdad que en el mes de enero el obispado acordó suspender las procesiones y en estas últimas semanas se están aprobando vía dispensa para poder hacer traslados. Esta es la dinámica para ir de menos a más. El traslado de la Victoria se realizó perfectamente y esperamos que todo se desarrolle bien el domingo.

Son pequeños pasos para ver cuando llegue el día 30, junto con lo que nos digan tanto la consejería de Salud como las fuerzas de orden público, hasta qué punto se deberán tomar medidas adicionales o si lo podemos hacer con una mayor normalidad. Pero hay que ser siempre prudentes, sabiendo que llevamos un año largo conviviendo con la pandemia. Aunque los datos sean buenos debemos seguir cumpliendo con la normativa establecida para garantizar que se pueda hacer la magna el 30 de octubre.

–¿Hay alguna idea de recorrido común para la magna que cumpla con todas las indicaciones?

–Para el 25 de septiembre barajábamos ya distintos itinerarios, que queríamos poner en común con las autoridades y los hermanos mayores para ver finalmente por cuál se optaba. A día de hoy la recomendación de la Junta de Andalucía es que busquemos espacios abiertos y amplios. En esa dinámica iremos trabajando, sin descartar optar en algún momento por algún enclave más estrecho. Pero de momento lo que vamos hacer es poner sobre la mesa las distintas opciones que tenemos y que sean las autoridades las que nos digan cuál nos garantiza una mayor seguridad.

–¿Han marcado alguna fecha para anunciar de forma definitiva su realización?

–Las reuniones que hemos mantenido con los hermanos mayores hablan de un margen de entre 30 y 40 días previos para poder tenerlo todo en condiciones. No obstante, desde que anunciamos la fecha, las propias cofradías han avanzado en sus preparativos y en sus tallajes, y desde la Agrupación de Cofradías también trabajamos en un recorrido común, aunque su instalación es algo más sencilla que la de Semana Santa, ya que serán solamente sillas a pie de calle.

-¿Cómo afrontan las vísperas a la celebración del Congreso Internacional de la semana que viene?

–Estamos muy contentos, porque aunque el centenario ha coincidido con la pandemia se están desarrollando prácticamente todas las actividades previstas. El congreso es muy importante, Málaga se convertirá en el centro de la religiosidad popular mundial. Vendrán ponentes de primer nivel, y es un motivo más para estar contentos y satisfechos del centenario. El proyecto que se puso en marcha el 21 de enero de 2020 sigue su curso, gracias al magnífico trabajo de Luis Merino, presidente de la comisión, y de todo el equipo que está trabajando con él.

-¿Qué aspectos cree que sorprenderán a los propios malagueños sobre lo que se tratará en las ponencias, mesas redondas y comunicaciones?

-Va a girar sobre la religiosidad popular, por lo tanto son temas muy de actualidad. Yo creo que el programa es muy atractivo en el que han trabajado José Carlos Garín, vicepresidente y responsable del congreso, junto con Paloma Saborido. Es un congreso de mucho nivel, lo dicen desde todos los ámbitos cofrades. Nos felicitan en el sentido que es un congreso trabajado de forma muy seria y con mucho nivel.

-¿Cuáles son las expectativas de cara a la Semana Santa de 2022?

-Quedan muchos meses y hemos visto que en pocas semanas pueden cambiar mucho las cosas. Lo cierto es que la tendencia es que cada vez sea para mejor y estamos expectantes. Si finalmente seguimos en esta dinámica lo lógico es que recuperemos la normalidad. No sé si para Semana Santa tendremos una normalidad absoluta o contaremos con algunas limitaciones. Entiendo que el uso de la mascarilla será algo que se quede por un tiempo.