Semana Santa

Las caras de la devoción

LOS municipios de la provincia vivieron una intensa jornada de Viernes Santo. Un ejemplo se dio en la localidad de Antequera en una jornada que estuvo cargada de sentimientos contradictorios. Por un lado el júbilo que conllevó el momento de las Vegas protagonizado por la Cofradía del Socorro, conocida popularmente como la de Arriba y la de La Paz o Abajo, y por otro lado, el recogimiento y la solemnidad que acompañaron a la Cofradía de La Soledad.

La plaza de Santo Domingo se llenó de devotos y fieles que quisieron acompañar desde su salida a los titulares de La Paz. El Niño Jesús Perdido fue el primero en arrancar los aplausos de los presentes, seguido por el Cristo de la Buena Muerte, que estrenó las andas de aluminio. El Dulce Nombre de Jesús y la Virgen de la Paz fueron los últimos en despedirse de su templo para comenzar su recorrido por las calles de la ciudad, ésta última acompañada por la Banda de Música de Ronda.

A las 19:00 los tres tronos de la Cofradía del Socorro: Cruz de Jerusalén, Nazareno y Virgen del Socorro se alzaron imponentes en el Portichuelo. Escoltados por el Regimiento de Infantería Ligera Regulares de Melilla 52, se unieron a la de Abajo para celebrar junto a sus devotos el sentimiento de hermandad. A la música de los militares se unió la de la Banda de Música Villa de Otura (Granada) cortejando a la Virgen que estrenó saya nueva. Asimismo, la de Arriba lucía diez túnicas de penitentes de cola, similares a las que llevan los campanilleros de lujo pero sin bordado, y portando los niños cirios en lugar de campanas.

El encuentro entre ambas cofradías se produjo sobre las 0:30 en San Sebastián, momentos antes de comenzar a correr las vegas. Un momento emotivo de la noche se produjo cuando los siete tronos se situaron en el Arco de los Gigantes y dirigieron su mirada hacia el hospital para pedir así por las personas enfermas. La última en procesionar fue la Cofradía de La Soledad desde la iglesia del Carmen. El trono del Cristo Yacente impuso el respeto en su recorrido acompañado por su madre, la Virgen de La Soledad, que tras tres años volvió a desfilar bajo su palio, restaurado por las Monjas Catalinas de Antequera. Las capillas musicales de la Hermandad de las Penas de Málaga y la del Conservatorio de la capital, agudizaron aún más ese sentimiento de pena que vivieron los cofrades con lágrimas contenidas para no romper un silencio sobrecogedor. Este año, la novedad fue el cambio en su itinerario para no entorpecer el desarrollo de las vegas, fruto de un acuerdo entre las tres cofradías, de modo que ninguna se deslució en este día tan especial para todas.

Tres estaciones penitenciales cerraron el Viernes Santo la que ha sido una brillante Semana de Pasión en Ronda. Por la mañana, Las Angustias hizo su salida desde la Iglesia de Santa Cecilia, mientras que por la tarde les tocó el turno al Santo Entierro y a La Soledad. Esta última estrenó música de capilla con un oboe, un fagot y un clarinete, una antigua demanda por parte de hermanos y fieles. El día lució radiante durante toda la jornada, algo que aprovecharon al máximo los visitantes y los propios rondeños para poner el cierre a esta Semana Santa, marcada por el buen tiempo, ya que ninguna de las hermandades se ha quedado sin sacar a sus imágenes por la lluvia, y por la gran afluencia de turistas, unos 16.000.

Uno de los momentos más emocionantes de la Semana Santa en el Valle del Guadalhorce tuvo lugar durante la mañana del Viernes Santo en el municipio de Álora. Miles de personas acudieron a La Despedida entre Jesús y María, escenificada de una forma original y apasionada en la plaza Baja del pueblo. A las 10:00 Nuestro Padre Jesús Nazareno de las Torres y María Santísima de los Dolores salieron a su encuentro recorriendo las calles del centro histórico y acompañados por La Legión. Dos horas después llegaron a la plaza donde les esperaron con gran devoción los perotes y con mucha expectación los visitantes llegados desde lugares muy diversos para ver la increíble ceremonia. Los pasos entraron por los lados opuestos de la plaza hasta ponerse uno enfrente del otro, los varales fueron desalojados quedándose tan solo ocho hermanos portando cada trono, para representar como el Nazareno y los Dolores se saludad y se arrodillan hasta tres veces, aguantando cada porteador sobre sus hombros más de 500 kilos de peso. En Alhaurín de la Torre, bajo un sol espléndido, los actos de la cofradía del Santísimo Cristo de la Veracruz y Nuestra Señora de la Soledad, o como se los conoce popularmente, los verdes, dieron comienzo el Viernes Santo a las 10:00, ya con un numeroso público que acompañó al Cristo en el tradicional vía crucis desde el templo a la Casa Hermandad portado a hombros por los caballeros legionarios. Los componentes del Tercio Gran Capitán de la Legión Española con sede en Melilla fueron en esta ocasión los encargados de la guardia de honor durante toda la jornada, hasta el momento del pasacalles de las bandas de música, ya por la tarde, y el regreso de la imagen a la iglesia de San Sebastián. Con la plaza abarrotada de público e inmersos en un profundo olor a romero, a las 22:30 hizo su salida procesional el Cristo de la Vera Cruz, obra del escultor Pérez Hidalgo, y detrás, la imagen dolorosa de la Virgen de la Soledad, que este año estrenaba el frontal del palio.

Para la localidad de Fuengirola, el Viernes Santo fue un día histórico, pues por primera vez se celebraba la liberación de un preso. El esperado evento tuvo lugar ante el Cristo Yacente a su paso por la plaza España, que estuvo acompañado por el Cristo de la Caridad y la Virgen de la Soledad. Pese a la multitud de personas que habían acudido para ser testigos de tan importante acontecimiento, en la plaza reinaba un respetuoso silencio. En el acto estuvieron presentes, entre otros, José Antonio Gómez Montosa, hermano de la Hermandad del Cristo Yacente de Fuengirola, gracias a la cual se han gestionado los trámites para la liberación; José Antonio Fernández, Director Provincial de la Pastoral Penitenciaria del Obispado y Ángel Herbella, director del Centro de Inserción Social Evaristo Martín Nieto. Una vez que el Cristo Yacente liberó el preso, cuya condena había sido de tres años y medio, se incorporó a la procesión para recorrer las calles de la localidad. En Mijas Pueblo, las miradas estuvieron puestas en la Hermandad del Santo Entierro, así como en la Virgen de la Soledad que recorrió las calles del casco histórico. El Cristo fue portado por unos 45 hombres con unos diez nazarenos en la solemne procesión.

Vélez-Málaga vibró con el Viernes Santo cuando pasadas las 19:00 el Cristo de Los Vigías pisaba las calles del centro histórico. Es la imagen más antigua de la ciudad, datada en el siglo XVI aunque con guiños al siglo XX. Su salida desde San Juan enmudece al público por su impresionante talla. El Cristo del Amor estrenó las túnicas de sus horquilleros así como la de algunas de las imágenes del grupo escultórico. El trono del Cristo del Mar presentó este año una importante novedad con la imagen de María Magdalena de pie junto a la Virgen y San Juan, obra modificada por el imaginero veleño Israel Cornejo. A las 20:45 sonó Consuelo Gitano en la Plaza de la Constitución cuando la venerada Virgen de las Angustias cruzaba su umbral.

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