Semana Santa

La hermandad de Viñeros vuelve a la iglesia de la Aurora de Málaga

  • Las sagradas imágenes ya se encuentran en su sede canónica tras realizar un traslado privado

  • El próximo lunes, 1 de junio, se abrirá el templo para que los fieles puedan reencontrarse con los titulares

Traslado de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Viñeros.

Traslado de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Viñeros. / J. L. P.

Las imágenes titulares de la hermandad sacramental de Viñeros de la Semana Santa de Málaga ya residen en su sede canónica, la iglesia de la Aurora y Divina Providencia, desde la pasada noche del martes 26 de mayo.

El traslado de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Viñeros y Nuestra Señora del Traspaso y Soledad de Viñeros se ha realizado de forma privada, cumpliendo todas las normas que se exigen en el actual estado de alarma por la pandemia de coronavirus. La hermandad consideró que era la única forma de poder regresar a su templo desde el oratorio de Santa María, Reina y Madre, de la hermandad de las Penas.

De esta manera, el próximo lunes 1 de junio, la corporación nazarena reabrirá las puertas del céntrico templo para que todos los devotos puedan contemplar a los titulares de la hermandad sacramental de Viñeros de nuevo en la iglesia de la Aurora y Divina Providencia. El horario de apertura del templo está aún por concretar.

En el mes de septiembre, la corporación del Jueves Santo tuvo que abandonar su iglesia cercana a la calle Carretería para que comenzaran sus obras de rehabilitación; en principio se estimaba una duración de cinco meses. Partieron hacia la iglesia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula, en la que celebraron el 50 aniversario de su titular mariana, creada por el Francisco Buiza.

Sin embargo, los hermanos tuvieron que buscar una segunda sede provisional en enero, ya que la parroquia de los Mártires también cerró para su rehabilitación. De esta manera, han permanecido cuatro meses en el oratorio de la hermandad de las Penas. La hermandad ha querido expresar su agradecimiento por la acogida, cariño y la disposición mostrada en todo momento por la hermandad del Martes Santo que los acogió en su sede canónica.

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