"Las modas intervienen; ahora vuelve lo antiguo"

Su pasión por la Semana Santa fue lo que le hizo dedicarse a la imaginería. Con 21 años hizo su primera obra: la Divina Gracia de Murcia

Mayte Cortés Vélez-Málaga

28 de marzo 2013 - 01:00

ESTOS días en el taller Huerto Vicario se pueden encontrar pinceles manchados de pátina y aceite de linaza, sopletes de lágrimas, brocas y taladros. Es el resultado de un año de trabajo. El imaginero Israel Cornejo disfruta precisamente estos días de su obra en la calle. De hecho, su pasión por la Semana Santa fue lo que le hizo dedicarse a la imaginería. Estuvo una temporada aprendiendo en el taller del escultor José Casamayor hasta que decidió ingresar en la Escuela de Arte y Oficio de Málaga donde hizo tallado en madera y dorado; y policromía. Tras los estudios académicos decidió marchar a Sevilla para aprender de Juan Ventura. Con 21 años hizo su primera obra: la Divina Gracia de Murcia. La última ha sido el misterio que completa al Señor de la Meditación compuesto por los dos ladrones y dos romanos de la cofradía de Estudiantes de Granada para quien también talló la titular mariana.

-¿Qué sensaciones tiene estos días de Semana Santa?

-Son varias las sensaciones que tengo y contrarias entre ellas. Por un lado con muchas ganas de disfrutar y de salir a recorrer las calles para ver las imágenes que tanto me apasionan, pero por otro, con ganas de descansar después del ajetreo que he tenido durante todo el año. Un estrés que se incremente durante la Cuaresma porque los trabajos hay que acabarlos a tiempo. También estoy pensando en los que hay que iniciar en cuanto pasen estos días. El año de taller comienza justo cuando finaliza la Semana Santa.

-¿Los cofrades se inquietan cuando se va acercando la fecha de entrega de alguna obra?, ¿llaman mucho preguntando por ella?

-Muchísimo. Son muy impacientes y algunos se ponen insoportables. También yo (risas). No obstante, soy bastante formal con los plazos de entrega. Como ejemplo puedo decirte que las cartelas del trono de la Virgen de Traspaso y Soledad de Viñeros las hice en un mes, un tiempo récord.

-¿Cómo vive Israel Cornejo la Semana Santa?

-Suelo acostarme tarde. La tarde la dedico a retocar a las vírgenes de Vélez-Málaga de las que soy su vestidor -Rocío, Amor y Angustias- y por la noche me reparto entre Málaga y Granada. Me gusta acercarme a ver las de Motril y Nerja donde tengo amigos y vengo también a Málaga. Cuando las he visto me quedo con las de Vélez-Málaga.

-En el año 2000 hizo su primera Virgen para Granada y ya alcanzas el medio centenar de imágenes, ¿cuándo decide dedicarse a la imaginería?

-Las imágenes de Semana Santa me han gustado desde muy pequeño. Como todos los niños hacía tronitos en miniatura. A partir de ahí comencé a modelar cabezas de vírgenes y cristos. También le hacía el cuerpo, las manos y las iba montando. Como me gustó decidí cuando terminé mis estudios formarme en la Escuela de Arte y Oficio de Málaga.

-¿Y dónde aprendió más en la Escuela de Arte y Oficio o con escultores como Casamayor o Juan Ventura?

-Con cada uno he aprendido cosas diferentes. El oficio con ellos y las cuestiones académicas en la Escuela. Con Casamayor aprendí el manejo de la gubia, y Ventura que es imaginero me enseñó mucho sobre policromía y sobre el acabado de las tallas. La técnica de la Escuela se la debo a Suso de Marcos.

¿Cuánto tiempo puede tardar en finalizar una talla?

-Alrededor de dos meses desde que se modela en barro, aunque por ejemplo, el misterio que he entregado para la Cofradía de Estudiantes de Granada he tardado justo un año.

-¿Tiene libertad para la creación de las imágenes o son los cofrades quienes marcan la línea que debes seguir?

-Suelo tener libertad, aunque en el caso de las dolorosas suelen decirme si quieren una Virgen Niña o una de corte más clásico que recuerda a las de siglos anteriores.

-¿Intervienen las modas a la hora de tallar el rostro de una Virgen?

-Sí, claro que intervienen. Antes se llevaban las vírgenes muy morenas y guapas, lo que en el taller llamamos guerrilleras y ahora volvemos a policromías pálidas y rotas por el dolor. Con los cristos pasa igual, y ahora se piden con una estética que tenga un sabor añejo. Ha vuelto lo antiguo.

-¿Qué se le pasa por la cabeza cuando se queda a solas con una imagen en el taller dispuesta para la entrega?

-Siento mucho orgullo y me entran muchas ganas de que la gente la vea. Son muchas horas las que he invertido en ella y mucha ilusión. Me recreo en ella, y le he hecho muchas fotos para poder enseñarla. Hay veces que no me da tiempo ni a enseñársela a mis amigos o a mis padres porque enseguida se la llevan.

-En 2010 se encargó de hacer el nuevo misterio de la Cofradía del Santo Traslado de Málaga, ¿le gusta cómo queda en la calle?

-Sí me gusta, pero no me convence el vestuario. Para mí no va en consonancia ni con la época ni con la situación del pasaje evangélico. El Viernes Santo para mi es mucho más solemne. Además, tampoco se ajustan como deberían a la fisonomía de las imágenes. Las deja en una situación complicada.

-¿Y su distribución en el trono?

-Considero que deberían depurarlo.

-¿En qué se inspira a la hora de confeccionar la talla?

-Ahora estoy cogiendo modelos naturales, pero me gusta mirarme en las imágenes antiguas de la escuela granadina como las de José de Mora o Adrián Risueño.

-¿Qué le gustaría que le encargasen?

-Me encantaría una Piedad o lo que en Vélez-Málaga y Granada llamamos Angustias. Es decir, un grupo escultórico de una Virgen con un Cristo muerto en sus brazos. Es una composición preciosa.

-¿Qué proyectos tiene para cuando acabe esta Semana Santa?

-Estoy concluyendo una Virgen para San Luca de Barrameda que se bendice a principios de mayo. También tengo un Nazareno para Alhama de Granada y otra Virgen para Jaén, Pedrera (Sevilla), Badajoz y varias restauraciones pendientes.

-¿Y en la provincia de Málaga?

-Tengo varios proyectos pendientes pero nada cerrado.

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