Ana María Flores Guerrero, pregonera de la Semana Santa 2009

“Mi pregón está escrito antes de la controversia y no he cambiado nada”

  • La cuarta mujer que pregonará la Semana Santa de Málaga tiene claro el mensaje que trasmitirá mañana en el Cervantes y considera que el aborto no es algo político · Dice estar tranquila aunque le preocupa su voz

Los naranjos de la Catedral están cuajados de azahar desde hace días, como todos los de la ciudad. Y es que las lluvias del invierno traerán una primavera llena de color y perfume, que ya se percibe (y se disfruta) y que en estas fechas también sirven para anunciar la llegada de la Semana Santa. Los jardines del Sagrario acogen esta entrevista, que transportan a la pregonera a semanas santas del pasado, cuando sus dos hijos eran pequeños y solía encontrar allí un refugio donde tomar un tentempié para seguir viendo procesiones, según cuenta. Además, el propio Patio de los Naranjos es uno de los enclaves cofrades favoritos de Ana María Flores Guerrero (Málaga, 1957), definida por los medios de comunicación, y por ella misma, como una cofrade de base. Tras una jornada muy mediática, atiende a este periódico a última hora de la tarde.

–¿Las últimas noticias de la Cuaresma han modificado su pregón?

–No, en absoluto, la primera parte la tenía terminada en enero y no he movido ni una coma. Y lo voy a leer tal cual. El texto está antes de la controversia y no lo voy a cambiar, desde el principio he tenido claro lo que quería decir.

–Entonces, ¿no se refleja nada relativo a la polémica suscitada en torno a la ley del aborto?

–Cuando lo leáis, opináis.

–Más allá del pregón, ¿considera que todo se ha politizado?

–No entiendo que sea un tema político, los cofrades y los cristianos nos pronunciamos sobre todos los temas, porque somos ciudadanos y tenemos derecho a dar nuestras opiniones. No se por qué nosotros no podemos pronunciarnos igual que hemos hecho con otros temas de actualidad. Me acuerdo cuando estaba Ortega Lara secuestrado y se hicieron algunas muestras de apoyo y no hubo ningún clamor. Los cofrades somos ciudadanos responsables y vivimos nuestros tiempos con responsabilidad.

–¿Ha leído el texto del pregón muchas veces?

–Todas las que he podido. En la segunda parte, la literaria, sí he añadido algunas cosas, he perfilado para que salga lo mejor posible.

–Desde el nombramiento, por su profesión, le preocupaba como llegaría su voz, ¿cómo está?

–Fatal. Tengo un tratamiento fuerte desde el lunes y espero que me llegue hasta el sábado y ya el domingo que pase lo que Dios quiera, aunque me queda una semanilla de clase antes de Semana Santa. Tenía mucha preocupación y efectivamente me está dando problemas, pero como el otorrino es de la familia, y es muy bueno, seguro que me saca de esta.

–¿Cuánto durará finalmente?

–Yo quería que no sobrepasase la hora y cuarto, pero no ha podido ser. Durará una hora y media. Espero que los cofrades sean indulgentes pero somos muchos y tenía que nombrarlos a todos.

–Más allá de la capacidad de síntesis, ¿qué le ha costado más?

–Lo pasé muy mal al principio, creo que por eso estoy ahora tan tranquila. Asimilar la idea de que yo tenía que dar el pregón, me costó muchísimo trabajo. No me lo podía creer. ¿Por qué yo? Es un privilegio, pero durante todos estos meses me ha pesado la responsabilidad de forma exagerada. Y me sigue pesando. Me empece a tranquilizar cuando hice el esquema del pregón y determiné lo que en 2009 es lo básico. Se me ha quedado mucho en la cesta pero me pasaba de tiempo. Como cofrade me hice el planteamiento de hablar de todas las cofradías porque cuando no se ha nombrado a mis titulares, me he quedado con cierto sinsabor y he querido que eso no pase.

–¿Su pregón es para los cofrades, los semanasanteros, la ciudad o los turistas?

–Mi pregón es lo que yo soy, no puedo hacer un pregón de lo que no soy, ni fingir. Yo soy cofrade y vivo intensamente las cofradías desde niña. Seré auténtica con mis planteamientos, si a mí se me ha elegido, será porque interesa mi voz.

–Entonces será para los cofrades

–Por supuesto.

–¿Tiene algún temor?

–La verdad es que me encuentro muy tranquila. Como yo afronto la vida, me lo han encargado y yo no le he regateado absolutamente nada, he vivido estos meses para trabajar y pregonar, no he hecho otra cosa. He hecho lo máximo, ya sólo me falta leerlo, lo demás lo dejo en manos del Señor. Con mi esfuerzo he cumplido mi parte.

–¿Un modelo de orador?

–No tengo ningún modelo específico. Además, los referentes son distintos, pues mujeres pregoneras ha habido muy pocas y la forma de dirigirte es distinta. Yo no me veo gritando. Ni he ensayado con profesionales, lo he hecho sola, leyendo lo mejor que puedo y que sé. Tampoco me veo gesticulando demasiado. Haré igual que lo he escrito, seré yo misma.

–¿Guarda especial recuerdo de algún pregón?

–Me han gustado muchos, sobre todo los pregones de los cofrades, de todos. Ahora que he releído algunos, hay fragmentos realmente preciosos. Yo tengo la costumbre releer los pregones en verano.

–¿Cómo le gustaría que se recordase el suyo?

–Pues no lo sé, no me lo he planteado. Por lo menos un pregón coherente con el sentir cofrade y con los tiempos que nos tocan.

–La cofradía anfitriona suele montar el escenario, en este caso son tres, ¿quién lo realizará?

–Los jóvenes de mis tres cofradías, confío plenamente en ellos. Como tenía que elegir un jefe de equipo, se lo dije a mi hijo Pablo, que estudia arquitectura y quién mejor que él para diseñarlo. También van dos cofrades del Monte Calvario, uno de la Paloma y otro de las Penas. Sólo pedí que estuviesen representadas las tres cofradías.

–Usted tiene dos hijos jóvenes, cofrades además, por lo que conoce la realidad de la juventud de primera mano, ¿habrá algún mensaje especial para ellos?

–Sí que habrá, cómo no.

–Sus antecesores hablaban de problemas con las entradas, ¿supone un quebradero de cabeza real?

–Yo te voy a decir que las entradas han hecho lo que no ha hecho el pregón. Una noche casi no dormir pensando como iba a organizar aquello. Pero la gente ha sido generosa hasta con las entradas. Para mis propios compañeros sólo tenía dos y me dijeron que sin ningún problema. No me han presionado, pero claro que te agobia, es un día grande para cualquier pregonero y me gustaría tener cerca a los míos, pero sé que todos me escucharán.

–¿Tiene cerrada la agenda del día del pregón?

–Sé que mañana [por hoy] todavía tengo que trabajar, pero antes iré a que me miren la garganta, porque tengo un tratamiento muy fuerte. Por la tarde, me gustaría subir un ratito al besamano de Santa María del Monte Calvario. El día del pregón no lo he pensado aún pero sé que tengo que ir al Cervantes para la prueba de sonido y a la pelu, a última hora. Y nada más.

–Desde su nombramiento, se le ha anunciado como una cofrade de base, ¿marcará el pregón un antes y un después?

–Marcará por supuesto porque es una experiencia sumamente enriquecedora. En este sentido estoy muy agradecida porque si a ti no te mandan esta labor, este ejercicio no lo haces, con la vida de ajetreo que llevamos todos. Éste pararte y decir tengo que recopilar sentimientos, vivencias, conocimientos y sintetizar. Pero cuando termine el pregón volveré a lo que me gusta, que es estar en las cofradías, yo no necesito tener ningún título para ser feliz en mis cofradías. Volveré a mis labores de camareras, antes del verano estará todo organizado.

–Mucha suerte, pregonera

–Muchas gracias.

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