Sepulcro, la excelencia del Viernes Santo en Málaga

La excelencia es una palabra polisémica con decenas de significados, pero si se aplica a la hermandad del Sepulcro de Málaga y en el contexto de un Viernes Santo, el término adquiere su significado más rotundo en cuanto a rozar la perfección. Eso ocurre cada Semana Santa cuando el Cristo yacente de Nicolás Prados inicia su recorrido procesional en el catafalco que diseñara el gran pintor Moreno Carbonero, Málaga enmudece y, junto con la contemplación de ese icono devocional que es la Virgen de la Soledad, la impronta estética, devocional y formal de la cofradía oficial de la ciudad en la calle es cumbre en uno de los días grandes.

Este año, la hermandad estrena dos joyas patrimoniales: dos estandartes para Cristo y Virgen, diseño de Antonio Moreno Serrano y en los que han trabajado diversos artistas. Las piezas incorporan las pinturas de Moreno Carbonero y Pedro Sáenz.

A las cinco y media de la tarde, justo cuando el Descendimiento pasaba por Pintor Nogales hacia Císter, miles de personas se daban cita ya en Alcazabilla para asistir a la salida de la cofradía. Y, diez minutos antes de la siete, la cofradía del Amor y Caridad ha procesionado por la calle, haciendo el Crucificado de la Victoria un espectacular paso por la puerta de la casa hermandad del Sepulcro mientras escuchaban los portadores la marcha ‘Anima Christi’, interpretada por la banda de cornetas y tambores de la Esperanza. Silencio sepulcral y solemnidad. Después, ha hecho lo propio la Virgen del Amor, que se ha mecido en el sitio, frente a los titulares del Sepulcro, con la marcha ‘Virgen del Valle’, interpretada por la Trinidad Sinfónica.

El Señor ha iniciado la procesión con la Marcha Fúnebre de Chopin, en una magnífica curva de salida desde su casa hermandad a Alcazabilla. Como casa año, la cruceta musical de la hermandad incorpora nuevas marchas hasta llegar a 15. En la curva con Císter, la Banda Municipal de Música, dirigida por el gran Paco Haro, ha interpretado ‘Soledad del Carmen’. El respeto que impone este trono en la calle es mayúsculo y su catafalco, catequesis en la calle.

Luego le ha tocado el turno a la Virgen del Sepulcro, espectacular en su inmenso trono con la candelería encendida, las bambalinas del palio jugando con los últimos rayos de sol de la tarde, y toda Málaga esperándola para consolarla en el dolor que como un puñal horada su pecho. Para salir, la Banda de música de la Esperanza ha interpretado la marcha que le dedicara Perfecto Artola. Magisterio cofrade. Para entrar en Císter, ‘Valle de Sevilla’. Qué suerte contemplar su avance imponente y la curva dulce hasta la madrugada.

Este año, los nazarenos salen de la Aduana, sin duda un gran avance para la organización de la propia procesión. Es también especial el hecho de haber reincorporado Carretería al recorrido. Una gran noticia. Como siempre fue.