Cada Viernes Santo las imágenes que recorren las calles de Málaga son muy diversas y todas cuentan lo mismo: el fallecimiento de Jesucristo y las lágrimas de María por la muerte de su Hijo. Aunque si hay una que deja al público más impresionado y en silencio es la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad. Con tan solo ver la cruz guía y escuchar a los tambores que la acompañan el público se silencia y no vuelve a hablar hasta que pasa el último músico de la banda que acompaña a la Virgen. 

Este año no ha sido diferente. A las 20:30, como estaba previsto, la hermandad comenzó su procesión y calle Alcazabilla enmudeció que llevaba repleta de personas desde hacía horas. Los nazarenos negros inundaban la vía con sus velas rojas, mientras el público esperaba impaciente la salida del trono del Sepulcro.

Las fotos del Sepulcro en el Viernes Santo de Málaga

Minutos más tarde, cuatro ciriales en una misma fila anunciaban que el Cristo iba a salir ya. Con la música de la Marcha Fúnebre de Chopin, interpretada por la Banda Municipal de Málaga, Nuestro Padre Jesús del Santo Sepulcro salió al exterior, donde el público le observó en completo silencio. 

De las velas rojas que iluminaban a Nuestro Padre Jesús del Santo Sepulcro, a las blancas que guiaban el camino de Nuestra Señora de la Soledad. Ahora son los nazarenos de la sección de la Virgen el centro de las miradas de calle Alcazabilla, mientras su titular, con la Alcazaba de fondo y el Teatro Romano de testigo, ultimaba los detalles para seguir los pasos de su hijo hacia la Tribuna Oficial.

Las fotos del Sepulcro en el Viernes Santo de Málaga

Con el mismo respeto con el que su hijo fue recibido en calle Alcazabilla, su madre, Nuestra Señora de la Soledad llegó ante sus fieles minutos más tarde. El público emocionado la observó dejar atrás la que es su casa para seguir el mismo camino que había cogido su hijo hacia la Tribuna Oficial, llevada por 224 hombres de trono y acompañada por los sones de la Banda de Música del Paso y la Esperanza. 

Siguiendo su recorrido, llegó a la Tribuna Oficial y realizó su Estación de Penitencia en la Catedral. Con solemnidad, en silencio y seguido por decenas de personas que llevaban un año ansiando este día, llegó a su encierro que estaba previsto a las 02:15.