Semana Santa

Y volvió a ser Lunes Santo en la Trinidad con el Cautivo

  • Málaga se vuelca con Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad, quienes estuvieron acompañados en todo momento en una tarde-noche de anhelos, lágrimas y promesas

Nuestro Padre Jesús Cautivo entrando en calle Cisneros, en busca de la Tribuna Oficial

Nuestro Padre Jesús Cautivo entrando en calle Cisneros, en busca de la Tribuna Oficial / Javier Albiñana (Málaga)

Han tenido que pasar más de 1.000 días para que volviese a ser Lunes Santo. La espera ha sido tan larga, que este segundo día de Semana Santa comenzó ayer en el barrio de la Trinidad mucho antes de la hora que la Cofradía del Cautivo tenía prevista en su itinerario. Desde por la mañana, la casa hermandad de la corporación trinitaria no dejó de recibir visitas por parte de los vecinos, fieles y devotos que querían contemplar de cerca durante unos minutos las Imágenes de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad en el que fue su día grande. Las lágrimas de los presentes ya auguraban un día de puras emociones.

Pocas horas después, la gente comenzaba a reunirse en las inmediaciones del barrio de la Trinidad. Todos querían garantizarse un hueco para admirar el bello caminar que el Señor de la túnica blanca regala a Málaga cada tarde-noche de Lunes Santo y que por momentos parece que llega a flotar entre la multitud. Un extenso cortejo de nazarenos comenzaban a discurrir por la Plaza de Jesús Cautivo a las 17:20 horas, tiñendo al barrio de la Trinidad de tonos blancos, y en el que se respiraba un ambiente de esperanza y alivio al saber que Él, después de todo, estaba de nuevo en las calles.

Nuestro Padre Jesús Cautivo, discurriendo por el barrio de la Trinidad Nuestro Padre Jesús Cautivo, discurriendo por el barrio de la Trinidad

Nuestro Padre Jesús Cautivo, discurriendo por el barrio de la Trinidad / Javier Albiñana (Málaga)

Los varales del restaurado trono de Jesús Cautivo comenzaban a salir lentamente desde el interior de la casa hermandad, y la plaza enmudecía por unos instantes mientras lentamente se iban visualizando las manos, potencias y túnica del Señor de Málaga. El silencio se desquebrajaba y este daba paso a un sinfín de aplausos y vítores hacia el trinitario, que ya comenzaba a discurrir por las calles de un barrio que le esperaba con anhelo.

Tres años dan para muchas cosas, entre ellas, un inmenso número de promesas que se quedaron pendientes en aquel lejano 2020, y que ayer se hacían visibles tras la espalda de Jesús Cautivo. Ojos vendados, pies descalzos, manos encadenadas, portando una vela o simplemente rezando en silencio. La extensa promesa del Señor se colocaba detrás de su trono procesional para acompañarle durante todo su recorrido por las calles de Málaga, y que en algunos puntos, incluso llegaba a impedir ver a los nazarenos de la sección de la Virgen.

Promesa de Nuestro Padre Jesús Cautivo Promesa de Nuestro Padre Jesús Cautivo

Promesa de Nuestro Padre Jesús Cautivo / Javier Albiñana (Málaga)

Málaga lo esperaba a Él, pero también a Ella, y tras una inmensa ola de penitentes llegaban los capirotes malvas y la Virgen de la Trinidad. Lo hacía con varios minutos de diferencia, pero su barrio también esperaba con deseo poder contemplar su rostro fuera de la iglesia de San Pablo. María Santísima de la Trinidad Coronada pisaba las calles tres largos años después del último Lunes Santo, y Málaga volvía 'a rezar a Sus pies" cuando la titular salía del interior de su casa hermandad acompañada por la formación musical que lleva su nombre.

Durante su recorrido no dejó de recibir el calor de la gente que esperaba a verla pasar frente a ellos, y que incluso lloraban ante las suaves mecidas de la Dolorosa trinitaria. Desde los balcones se lanzaban vítores, halagos y algunos que otros claveles que reposaban en el techo del palio durante su recorrido.

María Santísima de la Trinidad Coronada, finalizando su paso por calle Larios María Santísima de la Trinidad Coronada, finalizando su paso por calle Larios

María Santísima de la Trinidad Coronada, finalizando su paso por calle Larios / Javier Albiñana (Málaga)

El itinerario de vuelta se extendió hasta bien pasada la madrugada, como tenía previsto la corporación. Pero ni las horas del reloj ni las largas esperas impidieron que los Sagrados Titulares estuviesen acompañados en todo momento por una Málaga que necesitaba ver al Señor de la túnica blanca y a su Bendita Madre discurriendo de nuevo por las calles.

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