Stuttgart

Desequilibrio entre la calidad arriba y la debilidad en medio

  • Mario Gómez, Cacau, Hilbert y Hitzlsperger aportan el peligro a un Stuttgart irregular atrás

Un ex campeón de la Bundesliga se presenta en el Ramón Sánchez-Pizjuán con el marchamo de equipo alemán más allá del tópico del peligro en el juego aéreo. El Stuttgart ha cambiado poco desde que se hiciera con la ensaladera del título liguero en 2007. Es el mayor crédito de un equipo que, desde su veterano técnico, Armin Veh, hasta Cacau o Mario Gómez, mantiene la columna vertebral desde entonces. Una escuadra que disputó la Liga de Campeones, si bien quedó última en el Grupo E por detrás de Barcelona, Lyon y Rangers -el único equipo al que venció- y que esta temporada ronda los puestos altos de la tabla germana.

Manolo Jiménez y Monchi destacaron la comparación con el Salzburgo en un aspecto del juego del Stuttgart, su calidad en los hombres creativos a la hora de jugar con el balón en los pies y no sólo por arriba, como podría desprenderse por la envergadura de sus principales piezas. Mario Gómez es la referencia principal de un equipo que sí es cierto que tiene mucho peligro en el juego directo y en las acciones a balón parado, aunque ofrece más que eso gracias a la calidad que, además de sus dos arietes o de Marica, aportan el veterano mexicano Pavel Pardo y el internacional teutón Hitzlsperger en el corazón del juego de creación, o su compatriota Hilbert desde la banda derecha. Además, cuenta con dos laterales internacionales que acarrean balones arriba, el marfileño Boka y el suizo Magnin, aunque el primero suele actuar de extremo izquierdo por delante del segundo.

Sin embargo, esa calidad arriba contrasta con la debilidad que el Stuttgart de Armin Veh muestra en el espacio que hay entre los centrales y los medios centro. La vocación ofensiva de Hitzlsperger o Pardo y la falta de un medio que ancle por delante de la defensa -ahí Veh tiene bajas importantes como el turco Basturk o el joven talento alemán Khedira- provocan que se produzcan huecos que el Sevilla debería saber utilizar en la zona de tres cuartos. Además, en Alemania, por rotaciones, se han quedado dos habituales en el eje de la zaga, como Osorio o Tasci.

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