Los presidentes del Sevilla FC y del Real Betis, José María del Nido y Miguel Guillén, han manifestado este viernes que trabajan "juntos desde hace años" para que la rivalidad deportiva entre sevillistas y béticos no genere incidentes violentos en los derbis como el que se disputará el próximo 24 en el Sánchez Pizjuán. "Tanto Miguel Guillén como yo venimos trabajando desde hace años para que la disputa del derbi no pase del terreno de juego", ha indicado Del Nido, en conferencia de prensa conjunta, mientras que Guillén ha apostillado que se trata de la "la fiesta del fútbol sevillano" en la que "cada uno luchará por ganar, pero fuera del partido deberá primar la hermandad". En este sentido, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, que este viernes ha presidido en Sevilla una asamblea de clubes, ha resaltado que "el derbi sevillano es uno de los primeros veinte eventos del mundo de su modalidad", ya que "como se vive aquí la pasión, en ningún sitio".

Del Nido ha asegurado que "el derbi discurrirá por los cauces deportivos que todo el mundo desea" y ha negado el favoritismo del Sevilla por la condición de colista del Betis, porque "la historia de los derbis enseña que la clasificación no predetermina el resultado" por lo que ha vaticinado "un partido disputado y abierto". El dirigente sevillista ha insistido que "vivir un derbi de estas características es una satisfacción", por lo que espera "que nadie meta la pata y que las dos aficiones demuestren que están a la altura". Del Nido ha elogiado a su homólogo bético al afirmar "con objetividad, que la gestión" del club verdiblanco "en los últimos años es de 10. Ha conseguido dar estabilidad y que el Betis siga existiendo. Hay que acordarse de cómo estaban las cosas antes y recordar que dinero que genera debe ser para reducir su deuda".

Por su parte, Miguel Guillén, presidente del Betis, ha asegurado que su equipo afronta el derbi como "un punto de inflexión para cambiar la dinámica de malos resultados, no de mal juego" y que ganar le "vendría magníficamente bien para coger confianza y seguridad". El mandatario bético ha insistido en la idea de que "la rivalidad sea a muerte en el terreno de juego, que no queden energías para nada malo" porque "los violentos no son ni béticos ni sevillistas" y espera "saber concienciar a la gente para que no se den comportamientos violentos en un estadio".