Sociedad

Siguen los trabajos para evitar el desastre ecológico en la Gran Barrera de Coral

  • El buque chino 'Shen Neng 1' ya ha creado una marea negra de tres kilómetros de largo y cien metros de ancho.

Las autoridades australianas trabajan a contrarreloj para estabilizar y contener el vertido de un buque chino que amenaza la Gran Barrera de Coral con 65.000 toneladas de carbón y 975 toneladas de carburante. Hasta el momento, el carguero ha derramado dos toneladas de combustible, que ha creado una marea negra de tres kilómetros de largo y cien metros de ancho, según fuentes oficiales.

Los expertos en salvamento han comenzado a trabajar en las zonas más cercanas al barco desde el aire, utilizando un sistema de pulverización con productos químicos para disolver el carburante, y ahora el objetivo es evitar que se produzca otra fuga de mayor tamaño. Durante el lunes y el martes se va a colocar un sistema de barreras fijas semisumergidas para aislar la mancha de petróleo y proteger así la enorme biodiversidad marina de la mayor superficie coralina del mundo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

"Nuestra prioridad numero uno es evitar que este carburante llegue a la Gran Barrera de Coral y contenerlo", declaró la jefa del Gobierno del estado de Queensland, Anna Bligh. El buque chino 'Shen Neng 1', que transportaba el carbón desde Queensland a China, quedó varado la noche del sábado en un banco de arena a 70 kilómetros de la costa de la turística isla de Great Kepel, a medio camino entre Brisbane y Cairns y dentro de la zona protegida de los arrecifes.

Las operaciones pueden tardar varias semanas

Las autoridades australianas han reconocido que las operaciones de rescate del carguero, de 230 metros de eslora, pueden tardar varias semanas. "Tenemos dos barcos de remolque para estabilizar el barco, que trabajarán junto al equipo de salvamento para determinar cómo llevar a cabo el plan de rescate juntos", explicó Bligh. Según las autoridades locales, a pesar de que el barco continúa en un lugar de difícil acceso por los fuertes vientos y la marejada, la situación está controlada y cada vez hay menor riesgo de un desastre ecológico.  "Uno de los aspectos más preocupantes es que el barco aún se está moviendo en el arrecife empujado por la acción de los mares, y eso está causando más daño" en el coral y en el casco del barco, añadió Bligh.

El Gobierno australiano señaló que el navío chino no debía haber entrado en el área restringida en la Gran Barrera y, además, se hallaba a 30 kilómetros de distancia de la ruta marítima más cercano. "Se trata de una parte muy delicada de uno de los espacios marítimos más preciados de la Tierra y hay canales de paso autorizados por donde deberían haber navegado", afirmó indignada la jefa del Gobierno local. A este respecto, la Policía australiana investiga un presunto delito de negligencia de Cosco, la mayor empresa de transporte marítimo de China y cuya filial Shenzhen Energy es la propietaria del "Shen Neng 1". De ser hallada culpable, la compañía podría ser condenada a pagar una multa de un millón de dólares locales (920.000 dólares estadounidenses), mientras el capitán desembolsaría otros 220.000 dólares australianos por su responsabilidad en lo ocurrido.

En marzo de 2009, el carguero "Pacific Adventurer" provocó en la misma zona otra marea negra de crudo y nitrato de amonio entre la isla de Moreton y el litoral de Queensland, lo que obligó a declarar como zona catastrófica varias decenas de kilómetros de playas. La Gran Barrera de Coral está compuesta por casi 3.000 pequeños arrecifes y más de 900 islas a lo largo de 2.600 kilómetros en el Océano Pacífico.

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