Cómo elegir los mejores productos de los estantes del supermercado
El IPC subió hasta el 3,5% en septiembre y el precio de los alimentos mantiene su crecimiento por encima del 10%. Llenar la cesta de la compra cuesta cada vez más por menos y las familias buscan la forma de seguir consumiendo todo tipo de productos para que su dieta no se vea afectada.
Toca recurrir a diferentes acciones y trucos, como, por otro lado, también hacen desde los supermercados. Porque los supermercados utilizan estrategias de casinos para aumentar sus ventas. Pocas cosas están dispuestas al azar para exigirle al consumidor máxima atención a la hora de meter la mano en las estanterías y llevarse lo que realmente necesita y no lo que le colocan de forma sugerente o más cómoda.
¿De qué zonas debemos llevarnos los productos del supermercado? Aquí os ofrecemos la respuesta de los expertos para sacarle el máximo rendimiento desde el punto de vista del consumo.
Existen razones para coger siempre los productos del fondo en el supermercadocoger siempre los productos del fondo en el supermercado. Motivos que te ayudarán a alargar la vida de los productos en tu hogar y que te los lleves en las condiciones más óptimas para su consumo.
Motivos para no coger productos de primera fila
La primera de ellas es la fecha de caducidad o de consumo preferente. Como norma general los trabajadores del supermercado colocarán al alcance de tu mano tanto los alimentos con jugosos descuentos como aquellos que menos tiempo tienes para comértelos o usarlos antes de que caduquen, una condición que muchas ocasiones van de la mano y que te sirven para salir de un apuro si compras a diario para comprar y directamente cocinar, pero que en compras semanales resta mucho valor.
Especialmente importante es este aspecto cuando compramos carnes o pescados si no queremos vernos abocados a congelarlas. Porque una diferencia de tres o cuatro días puede terminar siendo determinante.
Además de la fecha de caducidad, existe otro aspecto que nos invita, y mucho, a coger los productos menos a la vista, sobre todo en lo que a productos de limpieza, droguería o cosmética se refiere. Los productos que están a mano para probar pueden terminar tiendo menos cantidad de la que debería ante las continúas pruebas por parte de los consumidores para probar al gusto, tacto u olfato antes de meterlo en su cesta de la compra ¿Y si al final no se lo llevan? Ese producto ya está manipulado y el que se lo llevé lo hará con una tara de cantidad.
Por último, también se puede esgrimir en este sentido un motivo de higiene personal a la hora de decantarnos por los productos que están colocados en segunda o tercera fila de la estantería. Cuanto menos manos tocan los productos menos posibilidad de transmisiones de gérmenes tenemos. Y lo que es más importante, llevarlos a casa para estar en contacto con toda nuestra familia.
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