Sociedad

Los padres del niño con difteria se sienten engañados por los antivacunas

  • El periodo de entre dos y cinco días de riesgo de contagio ya ha finalizado, por lo que las autoridades sanitarias descartan que pueda aparecer otro caso, aunque mantendrán la alerta.

Los padres del niño de seis años de Olot (Gerona) con difteria que está ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona están "destrozados y se sienten engañados" por los grupos antivacunas, que les convencieron para no inmunizar a su hijo. Lo ha explicado el secretario de Salud Pública, Antoni Mateu, que ha destacado que conoció a los padres el jueves en el Vall d'Hebron, donde se desplazó con el consejero de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz. "Son encantadores y tienen un profundo sentimiento de culpabilidad que les intentamos quitar", ha destacado Mateu, que ha añadido que Salud no se ha planteado en ningún momento responsabilizarles de los gastos del tratamiento ni del dispositivo de búsqueda del origen del contagio. Sí que ha apostado por "perseguir de forma punible" a los grupos antivacunas que difunden mensajes basados en mentiras y contribuyen a generar confusión e incumplimiento del calendario de vacunación estipulado.

Sobre el desabastecimiento global de dosis de las vacunas de recordatorio que se da a los niños de seis años, Mateu ha llamado a la calma porque "ya llevan cuatro dosis anteriores" -se administra a los dos, cuatro, seis y 18 meses-.

Acaba el plazo de contagio sin ningún nuevo caso, pero sigue la alerta

El periodo de entre dos y cinco días de riesgo de contagio de la difteria ya ha finalizado, por lo que las autoridades sanitarias descartan que pueda aparecer otro caso, aunque mantendrán la alerta y las medidas preventivas hasta el domingo. Antoni Mateu ha explicado que la investigación epidemiológica continúa, aunque "será difícil encontrar el origen del contagio" y de momento "se están haciendo frotis de faringe". Según Mateu, han investigado a "todas las personas que tuvieron contacto con el menor" y les han aplicado profilaxis e incluso han revacunado a algunas de ellas.

Uno de los sitios que frecuentaba el menor es una piscina de Torelló (Barcelona), donde también han llevado a cabo medidas profilácticas. Según Mateu, "van pasando los días desde que el niño ingresó y deja de ser posible que él haya sido un foco de infección" y haya contagiado a alguien, por lo que descartan posibles nuevos casos. Las autoridades sanitarias creen que la persona que pudo contagiar al menor es portador de una "bacteria asintomática", es decir, podría infectar, pero no mostraría los síntomas de la enfermedad. "Hablamos de difteria, pero no hay experiencia, nos encontramos en una situación nueva perfectamente evitable", ha recordado Mateu, ya que el último caso de contagio de difteria en España fue hace 28 años.

El menor de seis años, que no fue vacunado por decisión de sus padres, sufrió los primeros síntomas el pasado 23 de mayo, aunque hasta el día 30 no se confirmó que padecía difteria. "No hay discusión posible sobre el tema de las vacunas, no se puede jugar con esto", ha afirmado Mateu, en cuya opinión "tiene que aumentar la concienciación de vacunarse, sobre todo en los primeros años de vida". Mateu ha señalado que este caso está llegando a mucha gente que tenía dudas sobre la vacunación y ha subrayado que "el sistema funciona y responde dando soluciones". El director de la Agencia de Salud Pública de Cataluña ha explicado que el menor "se encuentra grave", aunque "se puede comprobar cómo la antitoxina hace su trabajo". El medicamento que recibe el niño para el tratamiento procede de Rusia porque España carecía de reservas al creerse que la enfermedad estaba erradicada.

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