La adaptación a las nuevas demandas del sector marítimo-portuario plantea una profunda transformación del Plan Estratégico del Puerto de Málaga, la cual ha comenzado a materializarse en proyectos de gran envergadura que supondrán un importante revulsivo para el futuro de su actividad.

En este sentido, el proyecto estrella será la creación de un espacio polivalente. Se trata del nuevo muelle 8 dedicado, principalmente, al tráfico de graneles, contenedores y carga rodada. La construcción de esta superficie, a la que hay que sumar una línea de atraque de 300 metros para buques de gran calado, prevé impulsar la importación y exportación de mercancías desde el Puerto de Málaga, con el objetivo de contribuir a la internacionalización de las empresas del hinterland portuario y a la dinamización de la economía de la región.

De hecho, ya se están dando los primeros pasos para ello mediante la puesta en marcha de las obras complementarias que deben realizarse previamente, tales como el traslado de las instalaciones pesqueras y de las instalaciones de atraque para embarcaciones de Servicios Oficiales, así como el traslado de la lonja y mejora del equipamiento de la nueva lonja teniendo en cuenta las condiciones de seguridad y eficiencia energética. Además, se prevé la construcción de un puente en el río Guadalmedina para el transporte de mercancías por carretera.

Esta inversión permitirá seguir avanzando en la optimización de los servicios portuarios y logísticos, pudiendo posicionar al Puerto de Málaga como referente en el sur de Europa. Para conseguir este objetivo a medio y largo plazo, la apuesta por la intermodalidad será clave, ya que facilitaría al recinto portuario la conexión a los principales centros logísticos como el Megahub de Antequera, el puerto seco de Madrid y el centro logístico Zaragoza Plaza.

Por otro lado, la sostenibilidad, digitalización e innovación han dejado de ser conceptos abstractos para convertirse en una necesidad real cuya implementación en la actividad diaria del recinto permitirá convertir al puerto en un espacio más competitivo.

La Autoridad Portuaria de Málaga, en su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible promovidos en la Agenda 2030 ha propuesto iniciativas concretas para cada uno de ellos bajo el lema “no dejar a nadie atrás”, haciendo frente a los retos sociales, económicos y medioambientales de la globalización.

La participación de toda la Comunidad Portuaria, en el marco de actuación 'Málaga Puerto Verde', es fundamental para conseguir integrar todas las actividades y operativas que se realicen recinto portuario y en las empresas que operan en él, sentando las bases de la transición hacia una economía circular de la logística portuaria.

Actualmente, la Autoridad Portuaria refuerza los proyectos que se iniciaron en 2019, como la creación de nuevos espacios y barreras arbóreas en la zona portuaria, sumándose a las de la zona de Levante y el bosque portuario de San Andrés.

Además, se están impulsando actuaciones concretas como los métodos de medición para controlar y mejorar los procedimientos realizados en la actividad diaria del puerto. Gracias a ello, se ha obtenido una buena calidad del aire, llegando a incrementarse positivamente un 25% la mayoría de los días del año. Lo mismo ocurre con la instalación de las placas fotovoltaicas en el edificio de la Autoridad Portuaria, cuya electricidad generada abastece al 100% la energía de consumo de la propia sede.

A ello hay que sumar la puesta en marcha de otras medidas ambientales y ecoeficientes, tales como la evaluación de la calidad del agua, la evaluación acústica y sistema de autocontrol, entre otros.La reducción de las emisiones de carbono a la atmósfera mediante un uso menor de combustibles fósiles, supliendo esta energía por la utilización de fuentes renovables como el hidrógeno verde también forma parte de la estrategia de sostenibilidad del Puerto de Málagam, lo que permitirá la transición energética, la descarbonización y la neutralidad climática.

La Autoridad Portuaria avanza además en su apuesta por la digitalización y la innovación con el objetivo de agilizar los procesos administrativos que conllevan las operaciones portuarias.

Un hito de 2021 fue la inauguración de las nuevas instalaciones Málaga Port Control desde las cuales se presta el servicio de coordinación y control del tráfico marítimo para facilitar la navegación de los buques en aguas del puerto en términos de seguridad y eficacia, así como para preservar el medio ambiente marino. Siguiendo con los principios de economía azul y su extensión a las cadenas logísticas internacionales, se ha apostado también por iniciativas de digitalización e implementación de tecnologías BigData, IOT (Internet de las cosas), Blockchain y 5G.

Un puerto en el entorno ciudadano

Otro de los retos del Puerto de Málaga es el impulso de proyectos que tengan una repercusión directa en el entorno ciudadano. El compromiso aquí es muy claro, tendiendo en cuenta su cercanía al centro urbano. En este sentido la colaboración público-privada resulta muy interesante, ya que con ella se genera empleo y riqueza, dinamizando la economía de la propia ciudad.

La construcción de un hotel de lujo en la plataforma de Levante, la creación de un área de oficinas en Muelle Heredia, la revitalización de la zona de San Andrés y la instalación de una dársena de megayates en los muelles 1 y 2 con el objetivo de potenciar la actividad náutica deportiva en el puerto malagueño son algunos de los proyectos que tendrán mayor repercusión en un futuro próximo.

De este modo, el Puerto de Málaga continúa con el calendario establecido, llevando a cabo proyectos que darán estabilidad y viabilidad al recinto portuario y reservando espacios que permitan dar un salto cualitativo en la integración puerto-ciudad.