La crisis sanitaria derivada del COVID-19 ha afectado a diferentes ámbitos socio-económicos del municipiode El Ejido como es el comercial, turístico o en agricultura, a la planta ornamental y la flor cortada. No obstante, durante la pandemia, el sistema hortofrutícola ejidense ha seguido produciendo al mismo ritmo de siempre, al tratarse fundamentalmente de un sector primario y esencial, de forma que se ha garantizado el abastecimiento de los mercados de Europa y España con la misma calidad, salubridad, trazabilidad y seguridad alimentaria que siempre ha caracterizado a la producción ejidense.

El Ayuntamiento, a través de la empresa Hispatec, trabaja en el desarrollo de una aplicación que garantice el abastecimiento de productos en el mercado mediante un sistema de cooperación. “Es necesario, más que nunca, promover acciones de colaboración entre las empresas del sector, en casos puntuales de la COVID-19, con el fin de garantizar el abastecimiento de frutas y hortalizas. Es una gran oportunidad para mostrar la unión del sector”, comenta el alcalde, Francisco Góngora.

El municipio lidera el número de explotaciones agrarias del conjunto de España, con 22.580 hectáreas, 18.518 en suelo rústico y 13.044 invernadas, en las que se producen frutas y hortalizas de primerísima calidad. Estos datos vienen a ratificar que El Ejido sigue siendo una ciudad muy próspera y que, por tanto, la agricultura constituye un pilar estratégico que ofrece empleo de manera directa a un 48% de la población, es decir a unas 29.380 personas, a lo que hay que sumar también todos los puestos que se derivan de la empresa auxiliar y el sector del manipulado, dando este último da trabajo a otras cerca de 11.000 personas.

El Ejido es uno de los mayores productores de frutas y hortalizas del mundo con 1.655.000 toneladas anuales, de lo que el 20% se queda en los mercados nacionales y el 80% se destina a la exportación. El producto que más se cultiva y, por tanto, que se comercializa en mayores proporciones es el pimiento. En la campaña 2019 registró unas 411.680 toneladas. Le sigue el pepino con unas 406.554 toneladas anuales, mientras que el calabacín, el tomate o la sandía originaron unas 215.000 toneladas. La berenjena, sin embargo, supuso sólo unas 92.410 toneladas, el melón 52.001 y, por último, la judía 12.378 toneladas.

Este municipio del Poniente almeriense cuenta con un sistema productivo de primer orden, reconocido a nivel mundial por su excelencia y eso no es algo gratuito. Ello ha sido posible gracias al trabajo abnegado de generaciones de agricultores y a su esfuerzo por avanzar en materias como la innovación, nuevas tecnologías o la adaptación a las exigencias de los nuevos mercados. Uno de los aspectos destacados ha sido la firme apuesta por seguir avanzando en una cuestión clave como es la sostenibilidad. Prueba de ello es el proyecto de Frutilados, el impulso de ENCE y la colaboración con el proyecto ‘Compromiso Blanco’ de la Junta de Andalucía, de forma que se están dando importantes pasos en materia de economía circular”.

El relevo generacional en el campo es una cuestión vital. Los datos reflejan que el 25 % de los titulares de este tipo de explotaciones tienen 65 o más años de edad y el 63% pertenece a titulares con edades comprendidas entre 41 y 65 años. Únicamente el 12% tiene menos de 40 años. Además, se hace preciso reforzar la presencia de la mujer en el sector, ya que casi el 75% son hombres, frente al 25% que representa la mujer.

El Ejido es ejemplo del uso eficiente del agua en la provincia como futuro de la agricultura intensiva. El campo ejidense necesita de compromisos firmes y estrategias serias que garanticen los trasvases a zonas que, como esta, están pidiendo una solución urgente. Por ello hay que articular medidas que permitan aprovechar los excedentes hídricos de otras zonas, de manera que estos puedan ser compartidos de forma igualitaria por el resto y así no se desperdicie ni una sola gota de este importante recurso primordial para la agricultura. Es necesaria una vertebración territorial de los recursos hídricos teniendo también en cuenta su productividad social y económica.

El porcentaje de agricultores ejidenses acogidos a los protocolos de certificación, es decir que aplican más de un sistema de certificación, es del 100%. El Ayuntamiento cuenta con un laboratorio de referencia nacional, el Centro Universitario Analítico Municipal, que destaca por su tecnificación, eficiencia y rapidez. Desempeña una relevante labor formativa y de transmisión de conocimientos, lo que lo convierte en un centro de análisis y control de la calidad de la producción, así como en una herramienta imprescindible para ofrecer las máximas garantías de trazabilidad de la producción hortofrutícola de la zona. En los últimos años, el Gobierno local ha invertido más de 1.000.000 euros en dotar de maquinaria de última generación al CUAM, lo que ha permitido aportar rapidez y eficacia a los análisis.