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La Familia Real se reúne después de tres años para despedir a Constantino

  • Felipe VI vuelve a coincidir en un acto al que asiste su padre, la primera vez desde el funeral de la reina de Inglaterra, pero no van juntos

Felipe VI y Letizia, a la salida de la Catedral Metropolitana de Atenas, donde se celebraron las exequias por Constantino II de Grecia.

Felipe VI y Letizia, a la salida de la Catedral Metropolitana de Atenas, donde se celebraron las exequias por Constantino II de Grecia. / EFE

La realeza europea se despidió este lunes de Constantino II, hermano de la reina Sofía y último rey de Grecia, en un funeral celebrado en la Catedral Metropolitana en Atenas que sirvió de reencuentro para la familia del rey Felipe VI de España.

Fue la primera vez en la que toda la familia del rey, salvo la princesa Leonor y la infanta Sofía, coincidieron en un acto público desde el funeral de la infanta Doña Pilar de Borbón -hermana del rey emérito Juan Carlos- hace ahora tres años, si bien no estuvieron sentados todos juntos por motivos de protocolo.

El Gobierno griego cede al deseo de la familia real de que la población despidiera al difunto

Felipe VI y Letizia en la primera fila, reservada a los monarcas y jefes de Estado en activo; enfrente, al otro lado del ataúd, la familia directa del fallecido: los cinco hijos y cónyuges, así como la viuda, Ana María de Dinamarca. Justo detrás tomaron asiento en segunda fila Don Juan Carlos y Doña Sofía, así como la princesa Irene y algunos de los nietos del rey emérito. Las infantas Elena y Cristina y sus hijos se sentaron en la tercera fila con otros familiares de su tío fallecido.

Fue además la primera vez que el rey Felipe apareció en público con su padre desde el funeral de Isabel II de Inglaterra, en Londres, el pasado septiembre.

Al funeral asistieron cerca de 200 invitados, dos terceras partes procedentes del extranjero y entre estos una decena de monarcas o príncipes que son jefes de Estado en activo, como la reina Margarita de Dinamarca, cuñada del fallecido, o los reyes de los Países Bajos, Bélgica y Suecia.

Al final de la ceremonia, el hijo mayor, Pablo de Grecia, pronunció unas palabras de recuerdo que aprovechó para recordar la participación de Constantino en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960 y honrar su "patriotismo" en momentos difíciles para Grecia.

El primogénito evocó la actitud de su padre durante el golpe de Estado en 1967, cuando -dijo- el entonces rey intentó organizar un contragolpe que fracasó y lo obligó a abandonar el país, para no convertirse "en la causa de un nuevo derramamiento de sangre" si se quedaba en Grecia.

Los hijos del antiguo rey, Pablo, Nicolás y Felipe y varios de sus hijos cargaron a hombros el ataúd cubierto con la bandera griega hasta la ermita que se encuentra junto a las tumbas, donde la familia rezó un responso. Allí pudo observarse a la reina Letizia charlando con doña Sofía.

La jornada había comenzado con una despedida popular del ex monarca. En torno a 10.000 personas acudieron hasta la capilla ardiente para dar su último adiós a Constantino.

Aunque el Gobierno griego decidió que el funeral debía celebrarse como un acto privado, finalmente cumplió el deseo familiar de dar a la población la oportunidad de presentar sus respetos al difunto durante dos horas.

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