La subida constante y disparada de los precios ha cambiado, en mayor o menor medida, los hábitos de consumo de muchos hogares andaluces y españoles. En esta escalada del coste de la vida tiene un capítulo destacado el encarecimiento de la energía, especialmente la electricidad, que ha hecho que muchos consumidores se preocupen más por la factura de la luz, por lo que cuesta en las distintas franjas horarias y por lo que gastan los aparatos electrónicos que tienen conectados en casa.

Para medir cuánto y de qué forma han cambiado los hábitos de consumo de los españoles, el Observatorio Samsung de Eficiencia en los Hogares (iniciativa pionera para la divulgación de soluciones a favor de los hogares libres de emisiones) ha elaborado el estudio Eficiencia Energética, sostenibilidad medioambiental y electrodomésticos (pdf), un trabajo en el que también se analiza el impacto que tiene, en decisiones concretas y cotidianas, la creciente concienciación sobre el medio ambiente.

Implicados con la sostenibilidad

Del estudio se desprende que casi el 60% de los entrevistados declaran estar muy o bastante implicados con la sostenibilidad medioambiental.

En este sentido, en el caso de Andalucía, el 81% de los andaluces ha priorizado la aplicación de medidas de ahorro energético como principal acción de protección del medio ambiente (la media española es un poco superior, del 83%).

Además, los andaluces están aplicando otras medidas en esta misma línea como el ahorro de agua (81%), la separación de residuos para su reciclaje (75%) o el uso de productos reutilizables (63%). También destaca el consumo de alimentos de proximidad y de temporada (56%) y la compra de productos de higiene corporal y belleza sin químicos (41%).

Muchos de estos parámetros están en el caso de los andaluces por encima de la media del país, según este trabajo, que desvela que el 83% de los españoles ha ampliado sus medidas de ahorro energético, junto a la separación de residuos para su reciclaje (79%), el ahorro de agua (77%), el uso de productos reutilizables (63%) y el consumo de alimentos de proximidad y de temporada (61%).

El análisis del Observatorio Samsung de Eficiencia en los Hogares desvela que todas estas medidas las aplican, sobre todo, mujeres de entre 46 y 70 años.

Ahorro energético en los electrodomésticos

¿Qué medidas de ahorro energético relacionadas con los electrodomésticos se están llevando a cabo en los hogares? El estudio asegura que la crisis energética ha hecho que casi el 50% de los encuestados reconozca haber adoptado muchas o bastantes medidas de mayor eficiencia en su hogar durante el último año.

En concreto, un 36% de los usuarios ha utilizado sus electrodomésticos en los horarios más favorables, un 33% ha dejado de utilizar elementos de gran consumo energético y un 29% ha emprendido la búsqueda activa de ofertas de suministro energético.

La encuesta revela que las acciones realizadas este año se suman a otras que ya se adoptaban anteriormente, como el uso a carga completa de la lavadora (85%), el cambio de bombillas halógenas a LED (81%), la compra de electrodomésticos con un etiquetado superior (76%) o retrasar el cambio de electrodomésticos antiguos mientras todavía funcionen (65%).

Dispositivos conectados.

“Este año ha sido complicado para muchas familias, que han planificado el funcionamiento de sus electrodomésticos en horarios con menores tarifas energéticas. La tecnología está para ayudarnos y la conectividad de SmartThings de Samsung nos permite programar el funcionamiento de la lavadora o el horno en los horarios deseados”, ha afirmado durante la presentación del estudio Nacho Ángel Murciano, director del área de Digital Appliances de Samsung Electronics Iberia, que ha aprovechado para destacar, con las fiestas navideñas ya a la vuelta de la esquina, “tecnologías como Dual Cook Steam, que nos permite cocinar en las zonas superior e inferior del horno para ahorrar tiempo y energía, o SmartThings Energy, que facilita saber con detalle cuánto están consumiendo nuestros electrodomésticos y ahorrar energía mediante la inteligencia artificial”.

La eficiencia energética como factor a la hora de comprar

El estudio también ha revelado que la mayoría de los electrodomésticos en los hogares tienen entre 4 y 10 años de antigüedad. Los más longevos son las cocinas de vitrocerámica y el horno, ya que más del 30% de ellas superan los 11 años.

Entre aquellos consumidores que han tenido que realizar recientemente la compra de un electrodoméstico, más del 60% ha tenido en cuenta el precio como el principal factor de elección, si bien la etiqueta de eficiencia energética cobra un valor muy importante en la decisión (más del 50%), junto con la calidad de la marca (más del 40%). Otros elementos relevantes a la hora de comprar son el tamaño y ciertas características especiales (más del 30%), así como el servicio de instalación y retirada del antiguo electrodoméstico.

Etiquetado de eficiencia energética

A pesar de que el estudio revela que la etiqueta de eficiencia energética Triple A es un criterio importante en la decisión de compra del consumidor, el 54% de los encuestados desconoce el cambio de normativa y sólo el 17% reconoce estar informado sobre este nuevo sistema.

Por otro lado, un 68% de la población confirma que la nueva etiqueta es más exigente, mientras que un 30% cree que es igual de exigente que la anterior. De la misma forma, un 36% admite que la nueva etiqueta es más clara, mientras que un 47% considera que no ha habido cambios que la hagan más entendible.

Electrodomésticos más sostenibles gracias a la innovación

Los principales aspectos que definen un electrodoméstico sostenible son fundamentalmente dos para la gran mayoría de la población encuestada: su eficiencia energética (78%) y la máxima durabilidad (74%). En un plano secundario también es relevante su reciclado al final de su vida útil (55%) o que sean sencillos y económicos de reparar (49%).

Por último, la innovación es clave para crear y desarrollar electrodomésticos que favorecen el medio ambiente, como los filtros de microplásticos para lavadoras, que tienen un nivel de aceptación muy amplio para los consumidores (73%), seguidos del uso de inteligencia artificial (65%) y los embalajes sostenibles (64%).