Alto y claro
José Antonio Carrizosa
Vox, un estado de ánimo
La Administración de Donald Trump presenta su plan nacional para la inteligencia artificial, una hoja de ruta de 28 páginas que marca un giro significativo en la política tecnológica estadounidense respecto al mandato anterior.
Bajo el título America’s AI Action Plan, el documento apuesta abiertamente por lograr la supremacía global en IA, tanto en términos económicos como militares, y lo hace apelando a una combinación de desregulación, impulso industrial y confrontación ideológica.
Estos son algunos de los elementos destacados del plan de Trump:
El plan apuesta por una supremacía tecnológica estadounidense en IA que se traduzca en ventajas económicas y militares.
Pero esa supremacía se pretende alcanzar principalmente mediante el impulso al sector privado, con un enfoque desregulador. En concreto:
El núcleo de esta política es crear un entorno regulatorio laxo que priorice la velocidad y competitividad del sector privado sobre la cautela institucional.
El plan reconoce que los modelos de IA actuales y futuros exigen una infraestructura masiva (chips, centros de datos, energía eléctrica). Para facilitar su despliegue:
Este es uno de los pilares más concretos y factibles: una apuesta decidida por expandir la capacidad material necesaria para sostener una economía intensiva en IA.
El plan hace hincapié en apoyar modelos de IA abiertos (open-source/open-weight), por su potencial para:
Se buscará incentivar estos modelos mediante acceso a recursos de cómputo financiados públicamente, programas como el National AI Research Resource y colaboración con empresas tecnológicas.
Trump quiere acelerar la incorporación de IA en todas las agencias federales. Esto incluye:
Esta sección es verosímil y ambiciosa, con impacto inmediato si se materializa. Requiere sin embargo fuertes inversiones y coordinación interinstitucional.
Aunque el tono del documento evita hablar de destrucción de empleo, el plan reconoce que la IA transformará el mercado laboral. Las acciones incluyen:
Aunque con tono optimista, esta parte es realista y plantea medidas necesarias para amortiguar impactos sociales y facilitar transiciones laborales.
La Administración Trump planea:
Además, se menciona una preocupación concreta: combatir los deepfakes en el sistema legal, por su potencial para alterar procesos judiciales o manipular pruebas.
La tercera gran línea del plan es geopolítica. Trump busca:
Esta dimensión geopolítica es muy consistente con la visión estratégica de Trump: convertir la IA en un activo diplomático y de control global, al estilo del petróleo o los semiconductores en el siglo XX.
Con todo, el Plan de Acción de IA de la Administración Trump presenta una estrategia hasta cierto punto coherente, centrada en:
El problema es el exceso de retórica patriótica o ideológica y la apelación a la guerra cultural (también coherente con el propio Trump), que pone en duda si estas líneas de acción, sobre el papel realistas, podrán llevarse a cabo.
Eso sí, omite algunos elementos clave, como los riesgos éticos de la IA o el impacto social de la automatización.
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