En los Especiales Elecciones que han ofrecido las cadenas televisivas hay que distinguir dos horarios, la larga tarde de sondeos y previsiones en las que ya se planeaba de qué manera iba a encajarse el pacto PP-Vox a la sorpresa, y en algunos momentos perplejidad, del desarrollo del recuento. Y como fin de fiesta, las declaraciones de los líderes. Pablo Simón, que jugaba con el páctometro de Ferreras, llegó a suponer que el PNV entraba en un posible pacto de la derecha y la mesa casi se le amotinó por entrar ya en el terreno de la ciencia ficción.

La de este domingo ha sido una tarde de ciencia ficción y una noche de realidad. Todo lo relatado entre las siete y las nueve entraba en el terreno de una suposición que se alejó de las urnas de un domingo que tampoco fue tan tórrido ni tan accidentado. A partir de las nueve, desde el porcentaje mínimo de recuento ya se atisbaba que la decisión general daba paso a una situación de empate, de bloque, de resistencia del sanchismo.

Pedro Piqueras en el recuperado especial de Telecinco

Y ahí los contertulios del PP en Atresmedia no podían ocultar su incomodidad, incluso el enfado. Es lo que sucedía con el ex ministro José Manuel García-Margallo, que advertía de revanchas independentistas en Antena 3, entre la habitual contención crítica de Vicente Vallés, que se aguantaba la ironía lacónica. Había sido una noche emocionante en lo periodístico, sin duda.

Es lo que también había transmitido otro veterano, Pedro Piqueras, en Telecinco. Mediaset España desarrolla una nueva etapa que es casi una travesía del desierto y de ahí su regreso a los especiales electorales. Para arrancar contaban con el sociólogo Narciso Michavila y la encuesta de GAD3 que hablaba de un pacto en la derecha que ya es improbable. Fiasco demoscópico. Telecinco recuperó la mesa de análisis en serio y sin tener que recurrir a Ana Rosa Quintana, esperanza de su parrilla de otoño.

Núñez Feijóo en su discurso final en la señal de Antena 3

Todos los especiales recurrieron en un atardecer tan aritmético a la mesa de debate, es decir, en esto caso la mesa para devanarse los sesos y explicarse qué ha pasado. RTVE, al estilo de Carlos Fraganillo, se lo tomaba con moderación. Con la calma también de Canal Sur frente al Sálvame político de La Sexta.

Y ahí nos encontramos con Manuel Cobo y su enfado ante la directora de Público, Angélica Rubio (en la foto que abre esta crónica). Se estaban esperando. Vivieron momentos tensos con García Ferreras que recurrió menos al pactómetro que en otras noches, paradójicamente: la aritmética endiablada de estos comicios no da para mucha imaginación. La victoria de García Ferreras en estos momentos es que el resto de la competencia ha seguido sus líneas (pantallas fragmentadas de datos, mesas encendidas) para unos maratones electorales más vivos y briosos. Anoche hubo más tertulia, que conexiones. Más resignación y desconcierto que fiesta de la democracia.