Qué es lo que diferenciaría a Canal Sur de cualquier otra cadena del mando? La proximidad. La información de cercanía. Lo que pasa aquí al lado. En este mundo tan pequeño que se nos ha quedado eso de "aquí al lado" no es la información local, sino la regional. Sevilla, Málaga, Almería, Cádiz ya no son (o no deberían ser) nombres forasteros. Lo que pasa en Andalucía, sea donde sea, interesa a todos los andaluces. Y no sólo para hablar de alfajores y buñuelos, de esas fiestas de los patrones llevados en volandas o de ese folclore sacado del camafeo de la abuela.

Canal Sur debería ser una cadena de proximidad caliente. Como La Sexta pero hablando de nuestras cosas. Sería el modelo deseable. Una parrilla que a lo largo del día se aproximara más a los contenidos de Canal Sur Mediodía que al programa de Juan y Medio o al Vaya tela. Vaya tela. Que fuera una cadena pública autonómica y no la versión coplera de Telecinco.

Es la cadena que necesitamos cuando sabemos que hay un incendio preocupante en Huelva y no el canal que no tenía medios para hablarnos de las inundaciones de Málaga. El mayor despilfarro de nuestra autonómica son todas esas largas horas de prime time que se dedican con aparatoso presupuesto a folclorismo barato y culebrones bobos. Un despilfarro que confirma el escaso interés de la audiencia. Gente maravillosa o La báscula (un formato pensado para dar nombre a clínicas de adelgazamiento, qué descaro) no pasa del 7% y Menuda noche vagabundea por el 6%. El gobierno de la Junta mira para otro lado. Le da igual la calidad mientras no tenga que asumir despidos al estilo valenciano. Canal Sur es una derrota por sí misma.

Si no conectan con la entrada de Griñán o Chaves en los juzgados es previsible. Como que se disimulen los cargos y toquen la noticia con guantes. Griñán y Chaves todavía presionan con su sombra en los tuétanos de Canal Sur. Ñam, ñam. Susana Díaz puede presumir de tener la autonómica más desaprovechada del orbe.